martes, 19 de marzo de 2024

Podría haber sido en Cannes, Saint Tropez o Tahití pero fue en Buenos Aires, un fin de semana con DJ’s Pareja y Miss Kittin

Miss Kittin en Buenos Aires. Foto propia.

La vocalista, productora y dj francesa Caroline Hervé, mejor conocida como Miss Kittin, se encuentra de gira por Sudamérica así que aprovechamos para asistir a su presentación en Buenos Aires para el sexto aniversario de la fiesta Fagot en el club Deseo y, de paso, a la Fun Fun fiesta de los DJ’s Pareja.

 

Después de haberme perdido a Arnaud Rebotini en São Paulo y a Priku en Ciudad del Este no pensé mucho en tomar un bus Crucero del Norte para atravesar el Puente Tancredo Neves y cruzar así de Brasil a Argentina. Ya del otro lado me esperaba Daniel, quien me llevó al Aeropuerto de Puerto Iguazú. Aterricé en Ezeiza y para ahorrar un poco, tomé un bus del aeropuerto a la avenida 9 de julio y de ahí caminé al apartamento que había reservado. El bus se tardó un poco pero yo me lo tomé como un paseo por la ciudad, era jueves y sabía que venía una jornada larga de baile el fin de semana así que decidí salir a comer algo y regresar a dormir temprano. Bien hecho.

Después de comer un choripán y tomar un litro de cerveza en El Samovar de Rasputín en el barrio de La Boca (donde conocí a Napo que me contó sobre el día que conoció a Eric Clapton), resultó que el viernes había Fun Fun, la famosa fiesta de los DJ’s Pareja con line up de lujo en el sótano de Shamrock: Ana Helder b2b Tom Tom Clubber y la pareja de DJ’s (Mariano Caloso y Diego Irasusta). Llegué poco después de haber comenzado la fiesta, cuando todo el mundo todavía estaba en plena previa en el bar del Shamrock. De un momento a otro el sótano se llenó y fueron alrededor de seis horas de intensa house, techno y música electrónica mayoritariamente latinoamericana en la que sonaron tanto clásicos de la época Cómeme (“Cógeme”, “Club de la locura”) como nuevos lanzamientos de los tres actos que, acompañados de los sistemas de sonido y de luces bien calibrados del club, dejaron a les danzantes con ganas de más. Unes se fueron de after, otres, como yo, nos fuimos a recuperar para lo que seguía.

DJ's Pareja. Foto propia.

Ya en sábado el mood era cuenta regresiva para Miss Kittin así que me dediqué a recuperarme para llegar pasada la media noche a la fiesta Fagor y escuchar a la chilena Andrea Paz entregarle la cabina que se encontraba detrás de un cartel en el que se leía “luche y baile”. Por algo la afiliada a Discos Pato Carlos fue la encargada de abrirle también la noche anterior en la fiesta Dame en Santiago de Chile, en Buenos Aires lo suyo fue un paseo por la oscuridad de una música electrónica que se balanceaba entre lo industrial y lo EBM en el que hubo lugar para clásicos como Chimo Bayo - “Extasy extano” y otros con vocales en español que no logré identificar.

Por su parte, en más de dos horas de show, la francesa le ofreció a los cientos de pieles desnudas que, desde el segundo nivel de Deseo y cuando las luces estroboscópicas rojas y blancas les alcanzaban, se miraban como arenas movedizas de una misma playa, una muestra magistral de lo que ha estado presentando en fechas recientes en el festival Nation of Gondwana o el club Berghain de Berlín: una mezcla de techno y electroclash (del cual es pionera desde los 90’s cuando mezcló elementos del new wave, del techno, sus vocales punk, el toque francés de las notas sintetizadas y DJ Hell la invitó a firmar con International DJ Gigolo Records). Eso sí, clásicos de aquel primer álbum junto a The Hacker como “Frank Sinatra”, “1982” o “The Beach” no faltaron e incluso fueron momentos en que Kittin alternaba el cigarrillo con el micrófono. Para mí, el momento de la noche fue cuando sonó el que también para mí, fue el track del fin de semana: The Chronics - “This is not a lovesong”, vaya tema para volar.

Pieles como arenas. Foto propia.

A pesar de que considero que ni el precio de la entrada ni el venue eran los más accesibles, valió la pena salir a experimentar, gracias a la música, una nueva convivencia de las diferencias que habitan los sudorosos cuerpos de quienes nos encontramos en las pistas de baile provocando un microclima de calor humano: cientos de mochilas llenas de historias, planes, recuerdos, sueños, disidencias, un repertorio que así estemos en Cannes, Saint Tropez o Tahití como dice la canción de Miss Kittin, no podremos dejar en el guardarropas.

domingo, 31 de diciembre de 2023

Top 20 - 2023

Lanzamientos favoritos de este año ordenados más o menos conforme fueron apareciendo en mi 2023.

Moenia y Javiera Mena - Fotonovela - Promotodo

Depeche Mode - Ghosts again - Venusnote

Tobias Bernstrup - Chiaroscuro - Tonight Records

DAMH (Ada y David Hasert) - Blacknight (Superpitcher Remix) - My Dear

Fantastic Twins  - When it fades (we fade) - My Dear

Brutalismus 3000 - Die liebe kommt nicht aus Berlin - Live From Earth

Fabio Me Llaman Soltero - Tlacoyo de la Escandón - Richmerch

Niebla - Mira tu ácido - Discos Páramo

Black Spuma (Lauer y Fabrizio Mammarella) - Obereggen - Permanent Vacation

Back From The Wave - Corrosive influences - Space Factory

a.s.o. (Alias Error y Tornado Wallace) - Love in the darkness - Low Lying Records

Nature Or Nurture (Nehuen & Ivy Barkakati) - Asuntos Humanos - NNN

Shouse y David Guetta - Live without love (Krystal Klear Remix)

Él Mató a un Policía Motorizado - Un segundo plan - Independiente

Natural Wonder Beauty Concept (Ana Roxanne y DJ Phyton) - Natural Wonder Beauty Concept - Mexican Summer

Alek Lee y Eden Atiya - Bonding - antinote

Passarani - Universale - Running Back

Verraco - How is this even possible? - Voam

Jordan Nocturne - Musique - Permanent Vacation

Vox Low - New place in town - Born Bad Records

Andy Martin - Better way of life (Regal 86 Remix) - Discos Movimiento

viernes, 22 de diciembre de 2023

¿Qué significa ser de aquí?

A propósito de la pregunta que nos convocó a participar del proyecto Ladridos (ladridos.net), escribí este texto:

Ser de aquí significa que hay algo o alguien de aquí que me da insumos para poder ser y sentirme perteneciente: una o varias cosmovisiones, una o varias lenguas, una o varias culturas, uno o varios sentidos existenciales. Ser de aquí, ahora, en este tiempo que convenimos llamar la realidad del presente es resistir a la tentación de creer que porque me represento performativizando un avatar virtualmente en mi cotidianidad puedo ser de allá o de cualquier otro lugar. Ser de aquí es asimilar que la disolución de las categorías de espacio y materialidad es una narrativa de los dueños de los cables submarinos y de las antenas que conectan al mundo y de las apps que afectan nuestra percepción y sensibilidad pretendiendo homogenizarnos y estandarizarnos reduciendo nuestra producción cultural a monoculturas de pensamiento cultivadas por algoritmos. Ser de aquí, de un territorio donde habitan pueblos para los que no existe la palabra frontera y, al mismo tiempo, requerir de identificarse con una nacionalidad, renovar pasaporte, visa y residencia cada cierto tiempo para poder continuar aquí, no deja de ser una paradoja que heredamos de un pasado sangriento. Pero soy de aquí porque existe el allá. Soy de aquí en la medida que mis pies sigan aquí. El día que me mueva para allá, seré de allá pero no dejaré de ser de aquí porque, en el relieve de la tierra, un punto de vista es solo la vista desde un punto y mis pies unen puntos cuando caminan dibujando el aquí. Un aquí disputado territorial y narrativamente más que nunca en la historia. Un aquí donde estamos viendo caer monumentos pero donde quienes escriben en la historia siguen siendo los mismos. Un aquí donde se recortan los presupuestos para salud y educación para dárselos a quienes dicen defender los intereses de las naciones. Un aquí donde quienes han resistido a la imposición de una historia única y oficial por más de quinientos años siguen siguen siendo excluidxs, marginalizadxs, oprimidxs, reprimidxs y suprimidxs. Ser de aquí, de donde yo soy, es asimilar que el costo de que tus ojos puedan ver, es que verán cosas que no les van a gustar, que los oídos no tienen párpados, que poder decidir qué escuchar es un privilegio, que la responsabilidad de luchar es directamente proporcional al privilegio y que quien la evade, termina por aburrirse. Ser de aquí es asumir la creatividad como tensionadora de la categoría de arte y al arte como una posibilidad cada vez más diversa, híbrida y transdisciplinaria de producir shocks-grietas-interrupciones y atentar contra la construcción del muro del falso sujeto universal al que todas las alteridades deben aspirar a ser. Para construir un mejor aquí, hay que descolonizarse pero, ser de aquí, es asimilar, también, que la colonialidad interna es una piedra que podemos llevar todo el viaje en nuestros equipajes sin siquiera darnos cuenta de lo que pesa. Aún así, nuestro norte seguirá siendo el sur porque ser de aquí es morir una y otra vez en el intento de ser guardia de la esperanza de que un día ese intento logre un milagro.

martes, 5 de diciembre de 2023

#ItsNOTallAboutMusic recomienda: "Age of aquarius", el nuevo EP de Andy Martin en Discos Movimiento

Andy Martin lo hizo de nuevo. Antes, durante y después de sus tiempos en Items & Things el mexicano ha sabido mantenerse en la vanguardia del sonido dub & minimal techno de Latinoamérica. Hace un año publicó el EP "Revolution" en colaboración con la leyenda Lee "Scratch" Perry en su disquera Mole Audio, antes un álbum ambient titulado "The Language of sound" y después otro para la pista de baile titulado "Antiguos Astronautas". En octubre de este año estaba en el cartel de Boiler Room México con Verraco, entre otros, y hace unos días publicó en Discos Movimiento su nuevo EP "Age of aquarius".

Compuesto por tres tracks originales: "Age of aquarius", "Better way of life" y "Sonic revolution", el de León, Guanajuato propone una fórmula análoga y soulful a la que DJ Rolando aka The Mystic Aztec (sí, el autor del clásico del sello Underground Resistance "Jaguar") le sube de beats y bajos por minuto para llevar su remix al segundo track al ritmo de una noche deep house en la ciudad (¿Detroit?), mientras que Regal 86 hace lo suyo en  clave de drum & nortechno en su remix al tercer track. Una joya de EP que no puede pasar desapercibida. Escuchalo aquí:

domingo, 3 de diciembre de 2023

When the music is your special friend: Tres semanas perdido y encontrado en Argentina con Boy Harsher, The Cure, Paul Oakenfold, Pet Shop Boys, The Blessed Madonna y más

Atardecer en Buenos Aires desde el carro camino al segundo día del Primavera Sound.

I

Hace una semana estaba en medio de cincuenta mil personas. Hoy estoy solo en mi cuarto.

Comencé a escribir esto hace una semana y una semana después lo retomo. Ha sido una semana que he sentido relativamente rápida: el lunes estaba en Buenos Aires, el martes volé para Puerto Iguazú y el miércoles amanecí en Foz para mi clase de Guaraní II. El jueves pasé todo el día recuperándome de la borrachera de despedida que me coloqué el miércoles. Me despedí de una vez porque en una semana me voy de nuevo: regreso por cuarto año consecutivo a Guatemala para volver a Brasil en febrero. Apago por un momento el aire acondicionando que encendí porque el sol me viene siguiendo: después de tres semanas en Argentina en las que solo llovió dos días, me encuentro de vuelta en el cuarto del antiguo hotel en Foz do Iguaçu donde viví este año. Estamos alrededor de los cuarenta grados. Un calor que aproveché para lavar ropa desde el viernes y que obviamente me recuerda a los cuarenta y siete grados que me recibieron hace casi cuatro años cuando llegué a Sudamérica por Asunción del Paraguay. Sí, aquellos cuatro años en Brasil que cuando me dieron la noticia de que vendría me parecían largos, casi como una eternidad, han pasado y sí, con pandemia y todo de por medio, he hecho lo que he tenido que hacer, lo que he querido hacer, lo que he podido hacer y lo he hecho de la manera que he sabido e he ido aprendiendo a hacerlo. Muestra de eso es lo vivido musicalmente las últimas tres semanas.

Boy Harsher una noche de noviembre en Niceto Club. Foto propia.

II

De cuando la música es tu morfina: Boy Harsher en Niceto Club

Llegué, por cuarta vez a Buenos Aires, el miércoles 8 de noviembre, una semana antes de lo previsto para celebrar la defensa aprobada de mi tesis y mi cumpleaños porque de última hora, antes de irme a Porto Alegre para la despedida de Roger Waters, me enteré del show de Boy Harsher el 9 de noviembre en Club Niceto y era la oportunidad de cerrar uno de los varios ciclos que se cerrarían en este viaje: en 2022 proyectamos su película "The Runner" en Guatemala y porque su música fue el soundtrack de tres o cuatro años de mi vida antes de lanzarme en caída libre al Sur. La música en mi vida es así: me hace viajar metafórica y literalmente. Llegué, entonces, a la última cama, del último hostal del micro centro de Buenos Aires que encontré porque la ciudad estaba repleta de swifties por los tres shows que daría la también estadounidense Taylor Swift en la ciudad. Como la fiesta es el pre, esa misma noche me fui al Avant Garden a escuchar a Raphael Carrau una selección de vinilos muy interesante y bailable.

Al día siguiente, jueves, sabiendo de la cuantiosa cultura musical sudamericana, me fui desde la tarde a las afueras del Niceto donde ya una fila de personas vestidas de negro le daba vuelta a la calle: el año pasado el show de Boy Harsher en el Primavera Sound Buenos Aires había sido cancelado por la lluvia y el año de por medio había multiplicado la cantidad de fans que esperaban su primera presentación en Argentina. Aproveché la fila para tomarme un par de cervezas y escuchar un par de conversaciones ajenas mientras fumaba algo hasta que entré y me fui directo al lado izquierdo de la pista donde se encontraba una de las barras: lo que al inicio fue un pequeño paraíso personal donde tuve espacio para bailar "Candy Walls" de TR/ST que salía del sistema de sonido del club, en la medida que la noche fue avanzando y el club se fue llenando también se fue convirtiendo en un auténtico infierno a la hora de ir al baño o comprar otra cerveza. Mucha gente ¿más de mil? y poco espacio así que a punta de baile tuve que hacerme de un lugar en la pista. La apertura estuvo a cargo del dúo cold wave/body music local Balvanera que, acompañados del sonido del club, prendieron la pista con canciones como "Gleams"  y "Rust" de su último álbum "Courses of Action" lanzado en 2021 por DKA Records. Vi a Gus de Boy Harsher grabándoles desde el balcón donde también vi a Jae viéndome. El nivel es tal que están en el cartel del Cruel Festival 2024 en California.

Si dividiera el main event del dúo dark wave/electro pop norteamericano en tres partes, de la primera me llevaría "Morphine": las nubes de humo flotando en el ambiente coloreadas por luces que iban del azul al fuscia, los juegos con la respiración como quien saca la cabeza del carro en la autopista para susurrarle al viento de la vocalista Jae Matthews entre los elegantes sonidos sintetizados de las máquinas manipuladas por Augustus Muller uff... mi canción favorita y en vivo simplemente me derretí. De la segunda parte me llevo ese juego con el laser rojo entre luces azules en medio del beat tenso pero trepidantemente sexual de "Westeners" seguido de "Come closer" y que solo sería sometido por una de las joyas de la banda sonora de su película The Runner, me refiero a la dramática "Tower". También su cover de "Wicked game" de Chris Isaak estuvo lindo (por no decir romántico). De la tercera parte me llevo la empática en nota de despedida de "I understand", todo esto antecedido por la constatación de la fantasmagórica poeta y vocalista Matthews de que "tocan música para bailar así que era hora de hacerlo" y vaya si no: al contrario de algunas de su presentaciones en Estados Unidos, la pista de baile de la capital argentina saltaba y formaba olas de movimiento que impedían la estabilidad de las cámaras de los teléfonos pero que entre los sintetizadores, percusiones y líneas de bajo de un tímido exhibicionista Muller, el humo, las luces y el súper sonido del club palermitano inmortalizaban uno de mis mejores momentos del año musicalmente hablando, como si se tratara de una película que solo la memoria cerebral de quienes estuvimos ahí podrá reproducir.

Aunque, temas clásicos como "Fate", "Tears", "L.A." y "Pain" también fueron parte de las trece canciones interpretadas por el dúo durante la noche (las otras serían "Keep driving", "Give me a reason" al inicio y "Modulations" al final) para un fan desde el inicio de la banda como yo, hicieron falta temas como "Spell", "Lost", "Motion", "Send me a vision", "Escape", entre otras, imposibles de abarcar en un show de alrededor de una hora. Tomará esperar para vivir la secuela extendida de la película de la que hablaremos por siempre.

Una pintura que encontré en uno de los alojamientos donde me hospedé.
El autor es Fabián Gioino, pintor cordobés.

III

La vida es un gran hostel

De tanta gente que entra y sale que va y viene a veces pienso que la vida es un gran hostal donde por un momento conectás con gente que al día siguiente tiene que irse entonces lo importante es aprender a vivir ese y cada momento porque al final todxs siempre estamos yéndonos.

Al día siguiente del show de Boy Harsher llovió pero conocí a Mike, un compa de los Estados Unidos, uno de esos gringos conscientes del papel que ha jugado su país en la historia mundial y dispuesto a escuchar, a entender y a aprender, en conclusión: uno de esos gringos que quiebran la inercia de tus prejuicios. Él no tenía plan y yo tenía todos los planes así que nos llevamos bien. Nos fuimos a escuchar a Demi Riquisimo a una fiesta que se llamaba Deseo. Eso fue el viernes. El sábado -ya instalados en otro lugar- fuimos a un open air que se llamaba Delirio en una plaza curiosamente llamada República Federativa do Brasil. Entre el domingo y el miércoles prácticamente nos dedicamos a descansar, comer, beber, platicar y escuchar música aunque también fuimos al Museo de la Inmigración y al Museo de la Universidad Tres de Febrero. 

Durante una de las tantas caminatas durante el corto tiempo compartido (en el que aproveché a practicar mi inglés) le pregunté a Mike sobre su soltería y me respondió contándome una historia de esas que marcan y que le dan sentido al viaje: me contó como su novia caminó desierto adentro sin agua, comida, ni celular, desapareció y su cuerpo fue encontrado tiempo después. No le quise preguntar mucho, es más, creo no le pregunté nada cuando me lo contó. Apenas pude parar de caminar, voltearlo a ver y decirle wtf? Y lo dejo aquí registrado como una ofrenda a la chica pues sé su nombre, su historia viajará conmigo y espero escribir algo mejor y más digno más adelante. Una de las últimas noches que compartimos unas cervezas, humos y músicas en un parque abajo de unos árboles gigantes Mike me leyó su poema favorito: "Black rook in rainy wheater" de Sylvia Plath. También viajará conmigo.

IV

¿Qué sería viajar sin las personas, sus historias y sus sueños?

Tras una semana en Buenos Aires me fui a Córdoba, donde también me dediqué a descansar, comer y beber aunque ahora sin Mike que viajaría de regreso a los US. También me divertí mucho, cuando mi querido Uruguay le ganó a la Argentina campeona del mundo, en medio de varios chicos buena onda que trabajaban en la fábrica de la cerveza que vendían en el bar que me encontraba y que, sin saber que era mi cumpleaños, me invitaron a varias rondas. Aproveché a conocer un club local llamado Europa y sin querer ser recíproco ¿o sí? invité a dos parejas que conocí el sábado antes de las elecciones al apartamento donde me estaba quedando para conversar y escuchar música hasta el amanecer y más allá. No recuerdo el nombre de ninguno de lxs cuatro chicxs, tampoco creo que nos volvamos a ver pero lo que me contaron de ellxs, de lo que hacían y de lo que deseaban nunca lo olvidaré. En Córdoba también conocí a Sofi quien, además de ayudarme a conseguir mis flores, me acompañó a cenar ramen. Algo que a ella entre que le daba risa y le parecía extraño pero que para mí era fuera de la rutina porque me he acostumbrado a cenar solo. La abuelita de Sofi que había fallecido un mes antes de alguna manera se hizo presente en nuestra plática así que aproveché a compartirle algo de mi tesis sobre las mediaciones transculturales de las concepciones mayas de muerte (como transformación) en la poesía de Luis de Lión y ella me compartió algo de sus procesos creativos. Al final de nuestra conversación sentí como si recordara la infinitud del ser, la visibilidad de lo esencial exclusiva de los ojos del corazón y el dolor como materia prima de la creatividad.

Robert Smith durante la presentación de The Cure en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

V

La música suena para siempre: Primavera Sound 2023 + Pacha

Regresé a Buenos Aires una semana después y luego de instalarme y comerme un choripán, volví al Avant Garden a escuchar a la residente local Ana Hagen. Al día siguiente -jueves- fui a un festival de diseño gráfico en la Ciudad Cultural Konex donde se presentó Balvanera (sí, la misma que le abrió a Boy Harsher) y el viernes descansé porque sabía que lo que vendría el fin de semana sería intenso: dos días de Primavera Sound y Pacha Festival en medio.

Desde que compré mi entrada para el Primavera en junio estando en Buenos Aires sabía que iba por ciertos actos específicos: Richard Coleman, Él mató a un policía motorizado y The Cure el sábado 25 de noviembre y Virus, Pet Shop Boys y The Blessed Madonna el domingo 26 de noviembre, así que no me estresé mucho con llegar temprano: además de la alta temperatura que por momentos iluminaba la tierra que se suspendía al paso de los asistentes en el Parque Sarmiento, el festival gestionó la venta y compra de bebidas y alimentos por medio de un sistema cashless que provocó las filas que no hubo en la entrada al venue que fue bastante fluida a pesar de la cantidad de gente que llegó (principalmente el primer día por la banda de Robert Smith).

De la presentación de Coleman destaco su versión de "Heroes" de David Bowie y también su interpretación de "Hombre al agua" de Soda Stereo que le dedicó a Gustavo Cerati (momento en que un pájaro se posó sobre el escenario). Durante las dos tardes se escucharon tributos de artistas locales a Charly García que cantaron hits como "Rezo por vos" (Conociendo Rusia) y "Nos siguen pegando abajo" (Dillom). De la presentación de Él mató a un policía motorizado resalto la canción "Un segundo plan" de su nuevo álbum "Súper Terror" y la dedicatoria a Robert Smith (que se estaba preparando detrás del escenario) de la canción "Él Tesoro". ¿Qué decir de la presentación de The Cure? Tenían más de diez años de actuar en Argentina y cincuenta mil de sus fans respondieron: daba miedo estar demasiado cerca del escenario y no poder salir. Diez o quince minutos de sonido de lluvia de antesala. Casi treinta canciones, más de dos horas y media de show, la voz de Smith intacta por más de cuatro décadas. Momentos especiales sin duda fueron la primera canción "Alone" (de su próximo álbum) y "A forest" pues presencié el show abajo de un árbol gigante. Otros clásicos como "Pictures of you", "Lovesong", "Fascination Street", "Just like heaven", "Desintegration", "Lullaby", "Friday I'm in love" o "Boys don't cry" no hicieron falta.

Paul Oakenfold en el Club Pacha. Foto propia.

Salí del parque con una lluvia de aplausos y un Smith conmovido prometiendo volver a mis espaldas rumbo al festival de celebración de los veinticinco años del legendario club porteño Pacha. Durante todo el día comí pero comí mal así que intenté comerme un churrasquito antes de entrar. Tanto en el Primavera como en Pacha me di cuenta que lxs argentinxs hacen fila por gusto: vi a varias personas parándose atrás de otras sin preguntar para qué era la fila mientras otros baños u otras entradas o salidas estaban habilitadas. Entré y en la pista del Outdoor Stage era imposible bailar mientras tocaba Guy Gerber así que subí al club donde Fiona Kraft hizo lo propio para entregarle la cabina a un Paul Oakenfold que ofreció un viaje por la música electrónica al entonar himnos como "Insomnia" de Faithless, "Traffic" de Tiësto y de su propia autoría como "Southern sun", entre otros, así como nuevos clásicos como el remix de Hernán Cattaneo a "En la ciudad de la furia" de Soda Stereo. Pude saludarlo y decirle que lo había escuchado en Guatemala hace diez años. Para desayunar, digo, para finalizar la jornada salí a escuchar un poco de Jamie Jones que había calentaba la transición de la noche hacia el amanecer con tracks como "El sucu tucu" de Matías Aguayo.

Chris Lowe durante la presentación de los Pet Shop Boys
en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.
 
Neil Tennant durante la presentación de los Pet Shop Boys
en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

Ya el domingo no llegué a Virus porque era muy temprano, preferí descansar y comer para no repetir el error del día anterior, así que llegué a tomarme una o dos cervezas antes de los Pet Shop Boys empezaran su número. La aparición de una bandera de Ucrania previa al show contrastó con la ausencia de una de Palestina y debo decir que al inicio me parece que los ingleses sonaron mal, como que solo hasta que comenzó Blur (uno de los proyectos de Damon Albarn de Gorillaz) en el escenario de a la par, la organización desplegó el potencial del sistema de sonido para que los de Londres repasaran algunos de los mayores éxitos de su discografía: "Can you forgive her?", "Opportunities", "Where the streets have no name", "Rent", "Left my own devices", "Domino Dancing" (que todo mundo cantó), "Love comes quickly", "Paninaro", "You were always on my mind", "Heart", "It's all right", "Vocal", "It's a sin", "West end girls" y "Being boring", entre otras. Una hora y media de presentación acompañada de visuales y banda en vivo en la que Neil Tennant en los vocales y Chris Lowe en los teclados pusieron a todo mundo a bailar. Quienes queríamos más fuimos a cerrar el festival con el set de la estrella del chicago house The Blessed Madonna que me dio la impresión fue cortado para darle prioridad a la banda de Albarn.

The Blessed Madonna durante su presentación en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

VI

Una imagen previa a partir de nuevo

¿Cómo repetir unas vacaciones, una noche, un momento? En su novela "La invención de Morel". Adolfo Bioy Casares presenta entre líneas una ilustración del fortleben de Walter Benjamin, del afterlife, de la vida después de la muerte. Y lo hace mediante una imagen en movimiento que se reproduce una y otra vez haciendo interactuar al protagonista (que se encuentra aparentemente solo en una isla) con esta representación hasta que se da cuenta de que se trata de una escena que se proyecta en el presente (y por lo tanto afecta el futuro) pero que ya pasó. Este artificio de Casares es una muestra de la capacidad y la potencia que tiene la reproducción del registro documental (audiovisual, literal o en cualquier lenguaje) como una tecnología sankófica: que rememora el pasado (en el presente) para comprender el futuro.

Así, me encuentro de vuelta en el apartamento en Cordoba, un poco con los sentimientos encontrados porque ya me voy y no sé si volveré. Mientras escribo esto suena "Time" en el sistema de sonido casero que curiosamente ahora sí pude conectar después de que en la fiestita que hice. La música siempre me acompaña, encontré dos discos de Pink Floyd: The Wall y Dark side of the moon. Volteo a ver y en el balcón miro la camisa que traje de Uruguay secándose desde el séptimo piso con un calor de casi treinta y cinco grados. Pienso en todo lo que he viajado estos cuatro años en Sudamérica pero también aquellos cuatro años en Mesoamérica, a toda la gente que he conocido, las historias que he escuchado. Suena "Goodbye blue sky" y las aves vuelan afuera de la ventana de la sala del apartamento. Pienso que a veces conocer no es ir a los lugares turísticos de una ciudad, es detenerse y contemplar, desde otro punto de vista, cómo la temperatura del viento afecta a quienes caminan por la calle. Este viaje fue para seguir aprendiendo a vivir y a soltar el momento de sincronicidad que vivimos con cada persona en el viaje de la vida. Otro viaje dentro del viaje dentro del viaje que solo puedo agradecer. Como dice la canción de los Doors: la música es tu amiga especial, baila en llamas como pretende, hasta el final.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Una noche con Roger Waters (Pink Floyd) en Porto Alegre

Lo más cerca que estuve de Pink Floyd. Foto propia.

Yo llegué tarde a la música rock. O no tarde, pero llegué después de la electrónica. Sin embargo, estudié por doce años en el centro histórico de la Ciudad de Guatemala y aprendí a beber cerveza de a litro con rockeros, justo antes de que el reggaetón desplazara al rock en las radios y en los bares. Ahora bien, aunque recuerdo cuando un día le pregunté a mi papá cómo se llamaba la canción que estaba sonando en la radio del carro y me respondió "Otro ladrillo en la pared" (no sé si lo tradujo a propósito), a Pink Floyd, llegué después del rock en español.

No soy quien para demeritar su calidad pero soy quien piensa que ninguna de las bandas anglosajonas hubieran sido instauradoras del discurso musical a nivel global (parafraseando a Focault) sin la centralidad del poder capitalista que les permitió desarrollar y distribuir su producto: sí, si no hubieran tenido toda una industria detrás y personas con corbata, locos como Lennon, Barrett, Plant, Page u Osbourne, entre muchos otros, no hubieran podido dedicarse a lo suyo y sus discos no hubieran llegado de este lado del mundo. Pienso en esto mientras me encuentro en la pista del show de despedida de Roger Waters en Porto Alegre, capital del estado brasileiro de Rio Grande do Sul, en medio de treinta mil personas.

Roger Waters en una de las cuatro pantallas gigantes del escenario.
Foto propia.

La verdad vine por lo histórico que era y por lo significativo que es Pink Floyd para varias personas queridas. Supongo que al estar ahí de alguna manera esas personas también estaban ahí, conmigo. Y bueno, pista era la localidad más barata y según yo, la única que hubiera valido la pena en décadas atrás para experimentar la psicodelia entre gente derritiéndose. Así que, sin querer, casi le hice caso a uno de los anuncios que aparecieron en una de las cuatro pantallas gigantes al inicio del show que invitaban a los asistentes a apagar sus teléfonos y, aunque no lo hice, casi no grabé ni tomé fotos. Casi no pude, la dupla guitarrista que acompaña a Waters en el "This is not a drill Tour" que está compuesta por un David, no Gilmour pero sí Kilminster y Jonathan Wilson, en la primera parte en canciones como "Another brick on the wall", "The powers that be" o "Have a cigar", amplificada por el potentísimo sistema de sonido instalado en la Arena do Grêmio, simplemente me llevaron entre las cuerdas, a tal punto, que se me pasó desapercibido cuando en una de las pantallas, entre muchas otras de las denuncias realizadas durante la noche, apareció el ex presidente de los Estados Unidos (1981-1989) Ronald Reagan con un subtítulo de "mató 30,000 inocentes en Guatemala". Algo que hubiera sido ideal para conversar con un trío de amigos, dos amigos y una amiga de más de cincuenta años que conocí al inicio del concierto que, por cierto, fue abierto por el acordeonista gaúcho Renato Borghetti. También en la primera parte, cuando sonó "Wish you were here", me fui a la barra con lágrimas en los ojos. Y como parte del tributo a Syd Barrett también sonó "Shine on you crazy diamond". Suena "Sheep" y una oveja inflable gigante flota en el aire azul del estadio.

Ya a la segunda parte cuando suena "In the flesh" mi performance está activo, a la seguidilla de clásicos como "Money",  "Us and them" y "Any colour you like" casi no llego. Como cuando salgo a bailar, el performance está activo y aparento que todo está bien, que la música lo es todo, que pierdo el control y soy poseído por un momento, aunque ni todo ni completamente. Mi performance del instante que se consume y es consumido está activo: La representación de la vida que se apaga. De matarse viviendo. La participación de Jon Carin y Robert Walter en los teclados así como de Shanay Johnson y Amanda Belair en las voces también es notable. El octagenario ex bajista de Pink Floyd se encarga de la voz principal, las guitarras, el bajo y el piano y la banda se completa con Gus Seyffert en el bajo, Joey Waronker en la batería y Seamus Blake en el saxofón. Tras más de dos horas el show culmina y comienza a llover. La noche y un impotente yo ante el lado oscuro de la luna (la desigualdad y la injusticia social) en Porto Alegre continúa. Después de todo, hoy, como todas las noches que lo vi desde la ventana del apartamento que alquilé en el centro histórico de Porto Alegre (después volar de Foz do Iguaçu a São Paulo y de ahí para POA y de haber hecho lo que quise una vez más) un tipo llegará a dormir debajo de un árbol en el parque de enfrente.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Tracks: Jordan Nocturne feat. Ready In LED - Over & Over (Polari)

El DJ y productor Cormac ha tomado la batuta del sonido Hi-NRG en los últimos años en Europa y ha establecido su disquera Polari. Muestra de eso es el EP titulado "Dolly" del también irlandés Jordan Nocturne publicado hace unos días.

Jordan Nocturne

Compuesto por tres tracks, el EP rinde homenaje a la escena de Belfast donde Nocturne y Cormac se conocieron. Es el primero, el track que abre el EP que queremos destacar hoy. Titulado "Over & over", cuenta con la colaboración vocal de la cantante y música ucraniana Olya Dibrova con su proyecto electrónico Ready In Led que en junio ya había lanzado su EP "Runnaway" a través de Polari.

Ready In Led

Kicks rápidos, poderosas basslines, coloridas líneas de sintetizadores que te levantan y un vocal que por momentos te lleva a un limbo entre Robin S - "Show me love" y GusGus - "Over". Música que libera en la pista de baile. Escuchá "Over & Over" de Jordan Nocturne feat. Ready In Led aquí:

sábado, 28 de octubre de 2023

Goa Gil, el inventor del método para meditar bailando, se ha transformado

Goa Gil durante su última presentación en Guatemala en 2021.
Foto: Fraktal krew

Quienes me conocen saben lo mucho que me gusta contar la historia de Gilbert Levey, mejor conocido en la escena de música electrónica como Goa Gil, que ha muerto el 26 de octubre (día Oxlajuj Imox*) por la noche así que aquí queda resumida y registrada como un tributo.

Levey fue parte del movimiento hippie de California a finales de los 60's (o sea en pleno summer of love) que se oponía a la guerra de Vietnam. La persecución de este y otros movimientos pacifistas y contraculturales por parte de los gobiernos estadounidenses de Lyndon Johnson y Richard Nixon provocó un éxodo en el que muchos hippies bajaron al sur de México mientras que otros, como Gilbert, encontraron otros horizontes.

Goa Gil junto a su pareja Ariane Hofmann con el
Volcán de Acatenango de fondo.
El músico también estuvo en Guatemala en 2012 para el cambio de baktún
(ciclo temporal maya de 394 años). Foto: Fraktal Krew

El DJ y productor primero hizo una gira por algunas de las capitales mundiales de la marihuana: Ámsterdam, Marruecos, Túnez, Afganistán, entre otras, y de ahí partió a la India, donde se convertiría al hinduismo pasando a llamarse Mahant Managalanand Puri. Él y sus amigos comenzaron a hacer fiestas en la Isla de Goa que llegaron a ser auténticos rituales masivos de meditación activa en las que Gil mezclaba música electrónica con mantras y música devocional para bendecir a las personas en la pista de baile mientras se perdían y encontraban así mismas en la música, así nacería el Goa Trance, psychedelic trance, psytrance o simplemente psy, una inducida experiencia espiritual y unos la iban a preferir con unas gotas de LSD.

Así nacería también la leyenda de Goa Gil, un DJ que mezclaba con cassettes y un altar al lado del mixer sets de 24 horas: de amanecer a amanecer, acaso para abrir un portal por el que se atraviesan todas las emociones por las que pasamos al largo de la vida. Escuchá "Karmageddon", un emblemático set de poco más una hora de Goa Gil para Avatar Records y date una idea:


*En el calendario maya Oxlajuj Imox es un día que nos conecta con el espíritu del agua. Es una energía que trae claridad y sanación, que nos enseña a fluir con la vida y nos impulsa. Es un poder que sensibiliza, que nos abre a percibir las energías que nos rodean. Es un lente que nos permite ver lo imperceptible, que pone nuestra mente en un estado receptivo y nos da la capacidad de comprender los mensajes que vienen a nosotros. El día que Goa Gil murió convergió con el del número Oxlajuj, que es una fuerza mágica que nos ayuda a transformar y crear, que nos apoya en nuestro desarrollo integral. Con información de: @maya.ukux

martes, 24 de octubre de 2023

#ItsNOTallAboutMusicRecomienda: Hernan Cattaneo @ Club Space, Miami (Sunrise Set)

Casi cuatro años viajando y viviendo entre Centro y Sudamérica y no he coincidido con Hernán Cattáneo. Es más, en dos semanas estaré por cuarta o quinta vez en Argentina. ¿Será que un día tendré suerte? Sea como sea, viendo las imágenes que llegan desde su Sunrise Set en el Club Space de Miami recuerdo sentirme en el mar estando en la pista de baile del Club Vertigo de San José, Costa Rica en el 2017.

Dos horas (de las cuatro que presentó) del progressive house al trance pasando por el deep techno. Largos interludios melódicos y bajos duros para el baile como solo el maestro sabe mezclar para el viaje. No por nada lleva casi un cuarto de siglo haciéndolo. Miralo o, mejor, escuchalo a Hernán Cattáneo desde Argentina en vivo desde el Club Space, Miami, como parte de su última gira por Estados Unidos.

domingo, 15 de octubre de 2023

Vox Low tenía razón: aquí estamos y seguiremos cayendo, publicaron nuevo álbum

Nuestra banda favorita está de vuelta. Tras su debut homónimo en 2018, Vox Low lanzó su nuevo disco titulado "Keep on falling", siempre por Born Bad Records, y es la dosis de rock para bailar que sabíamos que necesitábamos.

Releyendo lo que escribíamos en 2018, podemos confirmar que, después de todo, no ganamos lo que queríamos pero ganamos lo que necesitábamos. Perdimos lo poco que teníamos pero ahora tenemos más y que no se puede perder. Seguimos teniendo ganas de jugar, seguimos viviendo con la certeza de que morimos día a día, así que seguimos muriendo jugándonosla, apostando por nosotros porque no nos quedó nada más.

Cuando en 2018 mapeábamos el aparecimiento de Vox Low (por lo menos en nuestro radar) gracias al remix que Ivan Smagghe le hizo a su canción "I wanna see the light" en 2013 (¡ya diez años!), definitivamente no nos imaginábamos que cinco años después estaríamos viendo un video en Facebook donde un Andrew Weatherall transformado en 2020 los presentaba en la edición 2015 del Festival Convenanza a propósito de su presentación este año.

Foto: Sarah Furmanek

Los kicks tipo bombo que se apoderan de tu corazón, los vocales decadentes, los bajos hipnóticos, la electricidad sintetizada por las máquinas, las guitarras del apocalipsis: en las nueve canciones y cuarenta y dos minutos que dura "Keep on falling", aquel sonido del futuro macabro se hace presente. Vox Low consiste en Jean-Christophe Couderc (máquinas y vocales), Benoît Raymond (bajo), Mathieu Autin (percusiones), Jérôme Pichon (guitarra) y Aurélien Bonneau como ingeniero de sonido.

En "Distance" la utopía sigue en el horizonte y por eso seguimos andando. En "New place in town" habitan punks, rockabillies y ravers así que la batería revela sus intenciones death disco. En la canción que la da nombre al álbum estamos en una calle sin salida, es de noche, llueve y un letrero intermitente humea en la oscuridad: todavía estamos aquí y seguiremos cayendo. "It grows" es una nota post-punk a la francesa. "I know I will" es una balada espacial dedicada a lo inminente: seguiremos cayendo sí, pero ahora sabemos que caer es parte del juego así que, caeremos de nuevo pero seguiremos jugando hasta que Jim Morrison diga que es hora de apagar las luces. "Love affair" nos hace reflexionar en la pista de baile sobre esa relación con las pantallas y las imágenes (o sea con las representaciones) cuando creemos que estamos desarrollamos relaciones personales interactuando por redes sociales con gente en contextos y presentes diferentes. "Henry Rode" termina por hipnotizarte y llevarte en un vortex hasta que te escupe en un sueño en el que creés que estás de vuelta en la realidad hasta que te das cuenta que no es así, que seguís en la cima de la ola psicodélica. "Breathless tuesday" por momentos me hace sentir en "Hide" de The Danse Society y "We walk" cierra el álbum con otra certeza: caminaremos recto hasta que sea inevitable salirse de la línea.

Escuchá uno de los álbumes del año aquí:

#ItsNOTallAboutMusicRecomienda: "Two is not a number", el nuevo álbum de Fantastic Twins

La productora francesa Juliane Dessagne, mejor conocida como Fantastic Twins, nos entrega su nuevo  álbum compuesto por ocho tracks que suman casi treinta y ocho minutos de duración, lanzado bajo su propia disquera y con producción adicional de Superpitcher.

Titulado "Two is not a number", este larga duración inicia en clave dark ambient con los primeros dos tracks "I was first" y "Sister at odds"; en el tercero "Land of pleasure Hi fi" y el cuarto "Master & Disciple", Dessagne agrega a la mezcla de sintetizadores análogos y vocales alienantes, la caja de ritmos y oficialmente somos bienvenides a un ballet industrial. Ya en el quinto track "Silver moon dial" la francesa desenvuelve el setup que emplea durante sus live acts desarrollando una línea de techno profundo que incita e intoxica por igual, abriéndole paso a una dualidad que será explorada sónicamente en lo que resta del álbum. 

Foto: Fantastic Twins Bandcamp

En el sexto track, la música adultera su propia fórmula y coquetea con una suerte de drum & bass menos oscuro que lo que veníamos escuchado hasta el momento, aunque irónicamente se llama "Twins can't love", por lo que sabemos que, en efecto y afecto, Fantastic Twins está jugando con el concepto dicotómico de su nombre artístico. En "From above", el séptimo track del álbum, los vocales fantasmagóricos alternan con otros más herméticos, acaso la puesta en escena de la dialéctica de los personajes creados por la compositora, en una sinfonía que nos lleva de vuelta a la oscuridad como un drone que vuela en la noche. "All of this is resolved" es el octavo y último track del álbum, un lento dark wave que aparece como una luz al final del túnel.

Escuchá "Two is not a number" aquí:

Tracks: Jackie Queens - In another life (Bae Electronica)


A lo largo de la historia de la música(no solo)electrónica siempre han habido vocalistas aunque no siempre sus nombres han aparecido en los créditos del track y mucho menos visibilizadas imagéticamente como los productores. Si aplicamos la herramienta analítica de interseccionalidad que nos sugiere María Lugones, cuando se trata de vocalistas mujeres, mujeres indígenas o negras, mujeres indígenas o negras del margen o la periferia, la invisibilización es mayor y evidenciamos, una vez más, los alcances de un problema social y estructural de discriminación.

Por eso y ante el auge del afro house en la escena electrónica mundial durante la última década, la cantante y compositora nacida en Zimbabwe y basada en Sudáfrica, Jackie Queens, no solo se volvió una activista de la causa sino que también fundó Bae Electronica en 2015, un sello y plataforma enfocado en amplificar las voces de las mujeres africanas en la música electrónica. Fue en ese año que el DJ y productor sudafricano Black Coffee incluyó "Conqueror", un track de Jackie Queens remixeado por Enoo Napa en su sesión de Boiler Room South Africa. Esto no fue casualidad pues la colaboración entre Queens y Napa siguió dando frutos y así surgió "Mwanangu", otro track de la vocalista, en este caso en un idioma africano, que el mismo Black Coffee incluiría en su "Ibiza 17 Appreciation Mix" de 2017.

Foto: Jackie Queens Instagram

En 2019 Jackie Queens conoció al productor Buruntuma de Guinea Bissau con quien trabajaría desde entonces en el esperado tema que salió hace unos días y que pronto será motivo de una competencia de remixes. Rítmico y emocional, profundo y lleno de alma, progresivamente edificante como la misión de deconstruir una historia romántica en la pista de baile ante la inminencia del paso del tiempo, así suena "In another life". Escuchalo aquí:

viernes, 22 de septiembre de 2023

Tracks: Verraco - How is this even possible? (Voam)

El DJ y productor colombiano Verraco (Insurgentes/TraTraTrax) publicó un nuevo EP titulado "Escandaloo" en la disquera londinense Voam. Destacamos el tercer track "How is this even possible?" que, progresivamente errático y entre breaks, cortos circuitos, oscilaciones y samples vocales, transita de lo que podríamos llamar un intelligent trance music a un dembow galopante, en cuestión de un minuto.

El dramático ¿o celestial? track de cinco minutos y catorce segundos, dirigido a la pista de baile como todo el EP, ilustra el abrazo que el también autor de "Grial" (su álbum debut lanzado a finales de 2020) le ha dado a la encrucijada identitaria que vivimos los latinoamericanos con la categoría de mestizaje, una categoría biológicamente ficticia pero ideológicamente impuesta que clasifica asimétricamente la diversidad de alteridades que habitamos Abya Yala desde hace más de quinientos años pero que el de Medellín se reapropia para mixturar lo que se le antoje.

Verraco

Para el antropólogo brasilero Eduardo Viveiros de Castro, la cultura es un proceso de comparación. Y lo que se compara son siempre referencias y comparaciones heredadas, por no decir juicios de valor, por lo que, hacer antropología es comparar antropologías, es decir, comparar las concepciones de ser humano y modos de vida que tiene cada pueblo para traducir culturalmente, para aproximar sus sentidos y significados. Dicho eso, decimos lo siguiente para, humilde e innecesariamente, calificar el nivel de diseño sonoro que encontramos en Verraco:

Las líneas de sintetizador a partir del 04:19, marcada por una ametralladora de bajos en "How is this even possible?" derriten la concepción linear del tiempo y se torna como el viaje que emprende una mariposa tras salir del capullo y nos remite a algo de lo que Axel Boman, DJ Koze, Robag Wruhme o cualquier otro artista que ha editado para Pampa Records o Studio Barnhus ha construído sonoramente (aunque alguien ya lo comparó también con lo que se hacía en el sello de James Holden, Border Community). La distorsión hace del diálogo en lengua castellana sampleado al final del track una alucinación sonora imposible de traducir racionalmente por completo. Escuchá este super track aquí:

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

#ItsNOTallAboutMusicRecomienda: Passarini presents David Woods "Shuffling The Cards Again” (Running Back)

Hace unos días escuchando el set de Gerd Janson en Time Warp Mannheim 2023 nos encontramos con una joya del llamado cosmic disco. El track se llama "Stereotipo" y nos trajo al nuevo EP que el italiano Marco Passarani, mejor conocido como David Woods del dúo Tiger & Woods, lanzó el viernes vía la disquera alemana Running Back.

Marco Passarani

Compuesto de seis tracks, "Shuffling the cards again" es poco más de media hora lleno de atributos del funk, del disco y del house: sintetizadores análogos y digitales yuxtapuestos, kicklines paralelas a varios tiempos, pianos, samples, guitarras, vocales, coloridas melodías tan brillantes que quizá sea mejor sólo cerrar los ojos y dejarse llevar por el viaje espacial del sonido retro future. Otro track que destacamos es "Universale". Escuchá el EP completo aquí:

domingo, 10 de septiembre de 2023

La liga y el lenguaje de otro mundo de una leyenda: Una entrevista con Jeff Mills


Read the english version of this interview here.

Jeff Mills es uno de los pioneros del Techno a nivel mundial. Encontramos esta entrevista de Frankie Decaiza Hutchinson (Discwoman) con la leyenda de Detroit para el zine TRANSITION, que el festival holandés Dekmantel produjo para conmemorar su décima edición, y nos pareció tan relevante que nos tomamos la libertad de traducirla al español recordando lo que decía Walter Benjamin: toda traducción es provisoria.

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Cada vez que he visto tocar al ícono de Detroit, Jeff Mills, he recordado por qué amo el techno. Eso es fácil de olvidar en un género que ha sido blanqueado, higienizado y formularizado por la industria en un patrón a menudo monótono que a veces te deja preguntándote si lo odias. Pero luego está Jeff Mills. Cambiando mentes desde los 1980's, él es el artista que nunca falla para ilustrar cuán expansivo es realmente el techno.DEKMANTEL, desde sus primeros eventos hasta hoy, es uno de los espacios que le ha dado a Jeff Mills un lienzo constante para trabajar. Al acercarnos al décimo aniversario del festival, tuve el honor de charlar con Jeff sobre su lugar en el festival y -mucho más allá de Ámsterdam y el planeta Tierra- su lugar como alguien constantemente apodado como pionero y leyenda de la música electrónica.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Hola Jeff, ¿cómo te va?

JEFF MILLS: Oh, lo mismo de siempre, lo mismo de siempre. Simplemente saltando de aquí a allá. Álbumes y música. Estamos en la temporada de festivales ahora, así que es muy, muy ocupado.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: ¿Se siente tan ocupado como los años anteriores?

JEFF MILLS: Creo que es menos, considerablemente menos. Parece haber menos promotores en general y muchos no son tan aventureros como solía ser. Creo que para algunos, especialmente las personas de mi edad, debería comenzar a establecer cuáles serán sus oportunidades. Quizás la gente esté empezando a tomar decisiones. ¿Tiene sentido seguir haciendo música si no se vende, si los distribuidores no lo compran? Si sólo vendes tres copias, ¿qué sentido tiene? Escucho mucho de eso últimamente. Estos son tiempos un poco inusuales, pero creo están en la línea de lo que pasó con otros géneros musicales: el jazz y rock y hip-hop.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Ese es un buen punto.

JEFF MILLS: Creo que el jazz es un muy buen ejemplo de lo que en la música electrónica podría llegar a ser. Tienes los artistas que hicieron sustanciales contribuciones al mismo, los que nos gustaría recordar: Duke Ellington, Sun Ra, etcétera. Luego, ya sabes, tienes algunos artistas que fueron muy, muy, muy buenos, pero nunca funcionaron su carrera, como Johnny Hodges o Keith Jarrett.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Hay tanta presión para parecer ocupado y en movimiento como artista, como si ese fuera el indicador del éxito en lugar de la calidad de las cosas que estás tocando.

JEFF MILLS: Lamentablemente, en realidad no tenemos muchos barómetros para medir si uno está progresando o no. Se trata de ser reservado, que te pidan una entrevista, estar en la portada de una revista. Si te buscan, entonces tu carrera es considerada saludable -independientemente de que tu música sea buena.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Pero esa es la parte menos importante.

JEFF MILLS: Sí, es un negocio inusual. Es una carrera inusual.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Siento que estamos en un punto en el que la gente casi espera que toques en el Festival Dekmantel. ¿Cómo empezaron a trabajar juntos?

JEFF MILLS: Ha habido tantas invitaciones para tocar que he perdido la cuenta. Dekmantel es uno de esos eventos que si lo piden, por supuesto ¡tocaré! Y lo siguiente que sé es que estoy ahí. ¿Sabes la gravedad de lo que sucede cuando tocas frente a una de esas audiencias. La producción, la iluminación, la puesta en escena y todo -van un poco más allá, así que lo piensas y te preparas antes.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Cuando un festival tiene ese nivel de producción, ¿te lo tomas aún más en serio?

JEFF MILLS: Sí, después de tocar y mirar hacia atrás en alguna grabación que alguien hizo desde la audiencia, realmente veo la escala de lo que sucedió. Te hace pensar: 'Está bien, la próxima vez haré esto y eso'. Mientras estás tocando, generalmente estás en una posición muy aislada que realmente no puedes saber lo que está pasando.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: ¿Hay algo aún más específico que te habla de un espacio, que te hace querer regresar?

JEFF MILLS: La audiencia parece desaparecer después de un tiempo, y también la habitación. Tu vecinad tiene quizás tres pies de diámetro, eso es la cabina. Alguien podría estar a seis pies de mí y nunca lo veo. a ellos. Pero no se trata de un espacio en particular; creo que se trata más bien de cierto tipo de mentalidad que sigues repitiendo. Es la combinación del sonido y la acústica de la sala, y la cantidad de personas que sientes que están frente a ti. Te hace sentir de cierta manera, y eso te hace tocar de cierta manera. Es más interno que externo porque el lugar está oscuro, las luces parpadean. No hay forma de que realmente puedes ver y comprender el alcance de lo que está sucediendo en frente de ti, así que simplemente te aferras a lo que tienes control, que es tu pensamiento interior.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Entonces es un éxito si eres capaz desaparecer un poco, ¿no?

JEFF MILLS: Bueno, sí, eso es una forma de arte en sí mismo: hacerte a ti mismo desaparecer. En el momento en que empiezo a tocar, empiezo a transformarme en algo y no salgo de ella hasta que estoy de regreso en mi habitación de hotel recostado en la cama.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: ¿Has podido desaparecer regularmente con tus sets Dekmantel?

JEFF MILLS: Seguro. Realmente no sé qué fue, pero fue increíble porque había mucha gente allí y yo participé de alguna manera -pero realmente no sé cómo. Como si te volvieras condicionado a este tipo de sucesos aconteciendo. Te vuelves condicionado a ponerte a ti mismo en esa situación.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: ¡Es extraño!

JEFF MILLS: Sí, es extraño. Si tienes sueño, ya no tienes sueño. Si estás cansado, ya no estás cansado. Para ese momento, algo más toma el control y tú solo te conviertes en un instrumento en este probable muy tribal, muy antiguo tipo de método de comunicación muy tribal. Nunca me consideré un buen comunicador, pero cuando se trata de música, me siento más libre. Tengo mucha confianza en lo que estoy tocando. Bueno, tengo más confianza en la música que toco que cuando hablo a alguien con palabras.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Estuve en el Festival Dekmantel el año que tocaste con Tony Allen. Eso fue realmente hermoso.

JEFF MILLS: ¡Eso fue divertido! Todo funcionó bien. Cuando tocamos con Tony, llegó un punto, sin importar lo que pasó antes, donde él te miraría y tú lo mirarías, y que sería eso. Si él no te frunció el ceño o algo así, entonces sabías: eso es bueno.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Cerraste el Festival Movement el año pasado en Detroit y también proyectaste tu película, ‘Mind power Mind Control'. Pensando en dónde empezaste en Detroit y donde estás ahora ¿hay momentos en los que te sientes un poco tripeado por tu viaje? Es realmente único, el camino que has recorrido.

JEFF MILLS: Creo que es genial, la forma en que la comunidad de artistas han sabido mantener y sostener el legado de lo creado hace unos 40 años. Al mismo tiempo, hay tantas cosas que podríamos estar haciendo que podrían hacerlo mucho más fácil, no sólo para nosotros, sino también para la ciudad y la música electrónica en general, que tendemos a no explorar lo suficiente. Somos una pequeña comunidad de personas y podemos trabajar juntos para crear y hacer cosas por nuestra cuenta.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Hablando del legado y de todo tu trabajo a lo largo de los años, me encantaría preguntarte cómo te conectas con ser considerado una leyenda y pionero? ¿Eso te resuena?

JEFF MILLS: Es complejo. Soy un hombre negro afroamericano que viaja el mundo. Puedo tocar frente a 10.000 personas y todas están mirándome tocar la música. Pero sólo una hora después de eso, esas personas me verán diferente si estoy caminando por la calle. A veces, ni siquiera soy capaz de pensar en intentar disfrutar de los logros. Quiero decir, sé que he hecho cosas y sé que he hecho cosas primero. Sé que he hecho cosas que no mucha gente puede hacer o están dispuestos a explorar. El tipo de sociedad en la que vivimos te dará crédito por eso, pero en otras ocasiones es lo opuesto. Creo que algunas personas que hacen tanto o menos probablemente puedan disfrutarlo mucho más que yo porque no son negros, son blancos. Ellos obtienen toda la celebración alrededor de ellos y sus logros. Ellos obtienen todo el apoyo de sus países, ciudades y comunidades. Y probablemente obtienen más de lo que deberían. En mi caso, con todo lo que he hecho y todos los años que he estado haciendo esto, estoy constantemente siendo recordado que agrado y desagrado. Probablemente no agrado porque soy negro. Sé que técnicamente puedo tocar, he podido tocar desde que era un niño pequeño. Sé de música. Estudo música constantemente. No puedes decirme que no sé nada de música. Así que cada vez que veo a alguien criticándome, tengo que suponer que probablemente sea otra cosa. Para responder tu pregunta, sé que es posible disfrutarlo, pero realmente no lo disfruto porque es demasiado frecuente. En otras palabras, puedo dejar este apartamento en París y experimentar algo en los próximos 30 minutos que me recordará que esto es Europa occidental y este es un lugar para que los blancos disfruten, no los negros. Solo soy un invitado y en algún momento les gustaría verme ir a casa. Ha sido así durante 30, 40 años de viajar alrededor de Europa.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Sí, es mucho.

JEFF MILLS: Amo la música, pero no amo muchas de las cosas que giran entorno a ella. Sí, lo eso es.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: ¿Hay algún lugar en el mundo en el que aún te gustaría tocar? ¿Qué sueños todavía se sienten incumplidos?

JEFF MILLS: No, no hay ningún lugar en este planeta, pero creo que siempre ha habido otro tipo de público. Quiero decir, conocemos el sonido a través del espacio y podemos escucharlo proveniente de otros lugares. Sabemos que la vida no comienza con los humanos aquí en la tierra. Cualquiera en su sano juicio sabe que no somos los únicos en el cosmos, también hay otras formas de vida. Por eso siempre imagino que todo lo que dices, cada sonido que haces, todo lo que creas, todo lo que viene de ti –todo lo que posiblemente esté siendo transferido mucho más allá de nuestro entorno. Siempre imaginé que, incluso cuando era niño y en una manera muy de ciencia ficción, podría haber oyentes siempre escuchando lo que hacemos y decimos, observadores siempre observando lo que hacemos. hacer y cómo actuamos. La música es algo que nunca pensé que se originara aquí en este planeta, con nosotros, sino que en realidad viene de otro lugar. Es un lenguaje especial y sería posible hablarle más claramente a algo que podría estar escuchando. Si consideras la naturaleza cuando estás grabando música, intentas mantener siempre los elementos básicos: las frecuencias altas, medias y bajas. Hay una razón por la cual la música es estructurada de esa manera, porque los diferentes compartimentos de frecuencias componen la música. Podrías estar hablando con algo en algún lugar lejano, en otra dimensión. Pienso en eso, especialmente cuando estoy haciendo y tocando música. Cuando no puedo ver al público, cuando no puedo ver la sala, a veces eso es en lo que estoy pensando.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Estás canalizando (en)hacia otro ser.

JEFF MILLS: Debo asumir que también estamos siendo estudiados. De la misma manera que cazamos para alimentarnos, tengo que asumir que hay otras especies que hacen lo mismo, mirándonos como algo para comer o extraer de lo que. Bueno, lo que estoy intentando decir es esto: durante nuestros cortos tiempos de vida, es importante lo que hacemos, es importante lo que decimos y es especialmente importante lo que creamos o revisitamos.

FRANKIE DECAIZA HUTCHINSON: Me encanta, ¡pasando al primer rave espacial! Gracias por charlar Jeff.

JEFF MILLS: Gracias.