viernes, 29 de diciembre de 2017

El club de las 27 (Cuando todo esté bien, volverá a empezar.)


A los 27 días -y por pura apropiación cultural- de haber ingresado al club, se fue a dormir. Se sentía cansado. Le dolía el cuello. Había llevado una cabeza muy pesada todo el día. Pesaba la gente, sus voces, sus modos,(no necesariamente sus mensajes y luchas)la cotidianidad que dejaban ver, el ruido que le provocaban en conjunto. Lxs de este club están condenadxs a ser unicxs en masas homogéneas, por lo tanto, están condenadxs a la soledad. Lxs más desdichadxs, están condenadxs al ruido también, a ser espectadorxs del circo social. A que el silencio sea accesible sólo cuando la gente, sus voces y sus modos duermen(no necesariamente sus mensajes y luchas). Por eso, porque se sentía cansado y por pura apropiación, me dijo: "toma mis palabras, mis rolas y viaja, continúa tu viaje, haz algo con ellas, mejóralas, encuentra, siente más. La mariposa grita mi nombre."

27 rolas que me acompañaron en este fragmento del viaje llamado 2017 más o menos en el orden que las fui(me fueron, nos fuimos)encontrando-sintiendo:

Art P - A scene from a future (Manfredas Edit) - Les Disques De La Mort

It's a Fine Line feat. Olivia de Lanzac - Cardiogram (Dollkraut Dub Version) - Kill The DJ

Superpitcher - Little Raver - Hippiedance

2RAUMWOHNUNG - Somebody lonely and me (DJ Koze Remix) - It Sounds

Gaussian Curve - Another place - Music from memory

Cosmo Vitelli - El Sí Señor - I'm a Cliché

El Mató A Un Policía Motorizado - Fuego - Laptra discos

Actress - Fantasynth - Ninja Tune

Roosevelt - Heart (Cleveland Remix) - City Slang

Cornucopia - Letter for poly - Tale & Tone

Actress - Untitled 7 - Ninja Tune

Alex Hentze - Solsticio Nórdico (Grischa Lichtenberger Remix) - CubeRec

e-Dancer - Feel the mood - KMS Records

Lauer - Vizzi Vazzi - Running Back

Smagghe & Cross feat. David Junto Club and Emily Evans - Paradiso - Ransom Note Records

Radio Slave - Children of the E (Kink SP1200 Remix) - Running Back

Superpitcher - Hiding - Hippiedance

Pale Blue - Comes home (Pional Remix) - Me Me Me

Falco - Einzelhaft (Tuff City Remix) - Sony

James Holden - Each moment like the first - Border Community

Daphni - Like is what you make it - Jiaolong

Crudito Sava - Todo y nada - Balance Music

Talaboman - The ghost hood - R&S Records

Mano Le Tough - Your heavy head - Pampa Records

BadBadNotGood feat. Colin Stetson - Confessions Pt. III - Innovative Leisure

Smagghe & Cross - Klang

Jörg Burger - Beatnamesse Pt. 1 & 2 - Kompakt

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Si no van a bailar, si no van a escuchar, si no van a sentir, mejor váyanse

La escena de música electrónica en Guatemala, contrario a proponer espacios-tiempos libres de juicios te pone una cámara en la cara. Prevalecen "formas" de bailar pero, ¿todas se valen? Por eso nadie baila. Si la gente bailara no iría a socializar: se desarrollaría una meta sociedad: se sentiría una "conexión" -que muchxs presumen pero pocxs han sentido-. Perdería sentido pretender ser cool. No se puede vender y culturizar al mismo tiempo puesto que vender es en sí una cultura: la cultura de la industria que vende identidad. Nos quieren convencer de cómo somos vendiéndonos cómo aspirar a ser. Nos dicen qué y cómo bailar pero no escuchan música aunque siempre mantengan algo sonando.

Nos venden lo que les sale más barato. Por eso casi todo suena igual de una u otra forma: llevamos años escuchando lo mismo a pesar de la diversidad artistas que exportan porque se siguen enfocando en el dancefloor que dejó el EDM: tanta es su ansiedad de acaparar y "educar" a lxs nuevxs que todos los años se olvidan de lxs  viejxs habitantes del dancefloor que autónomamente se quedan cultivándose. Por eso es que hubo un boom de promotoras: porque lo único que enseñaron fue a vender. Querer ser la propia versión de sus influencias. ¿Es eso posible?

De las réplicas vienen los juicios, de los juicios se deriva la competencia. ¿Qué tan amiga es la competencia de la libertad? ¿Queremos ser libres? ¿Qué es la libertad? <Lo que posees te posee. Lo que posees te posee. Lo que posees te posee.> ¿Me estoy proyectando escribiendo esto? ¿Podemos ser mejores "dejando ser"?

¿Exigir una cultura de "no juicio" es juzgar? ¿Vale la pena pretender heterogenizar un grupo de personas? ¿Es posible llegar a acuerdos basados en la diversidad de los juicios de valor? ¿O sólo hay que reunirse con quienes comparten nuestros valores? ¿Tienen que haber valores? ¿Cuáles? ¿Qué es lo que(me)vale, (me)importa? de la escena y de la música electrónica? ¿Estamos hablando de moral? ¿Cuál es la moral de la escena de música electrónica? ¿Cuáles son sus valores? ¿Qué puede hacer la música electrónica por Guatemala? ¿Tiene que hacer algo? ¿Tiene que hacer algo por mí? ¿Puede?

¿Puede hacer algo además de distraerme? ¿Para qué querríamos ser mejores si cuando todo esté bien volverá a empezar?

martes, 21 de noviembre de 2017

Lxs que siempre íbamos



No, yo no me desaparecí. Pero, ¿qué lugar puede ocupar la música en mi mente si, ni soy músico y ya no vivo de la música? Vivo gracias a la música que co-pilotea mi bici o la que escucho cuando no estoy leyendo o la que bailo cuando estoy triste pero de lo contrario: la música, la Electrónica y la escena en Guatemala son 3 de las más de 99 cosas que, como buen macho, me pelan la verga diariamente.

Tengo cosas más importantes que hacer: encontrar una forma de llegar al futuro o aceptar que este es el futuro, por ejemplo. Y la verdad, este país, si no fuera porque aquí estoy, también me pelaría la verga. Sólo por eso todos los días abro mi Twitter y sigo a las mentes más brillantes de la revolución que vivimos: para ver, ¿qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer yo, alguien más, frustrado, vicioso, soñador, fan de la música electrónica por este país? ¿Por qué TENGO que hacer algo si también TENGO que ver qué hago para sobrevivir?

¿Y si tuviera todo el dinero del mundo qué haría? No sé qué haría. Hace unos años hubiera invitado a ciertxs DJ's, a mis favoritxs, a fiestas que hubieran sido gratis, sólo para mis amigxs: lxs que siempre íbamos a las fiestas que habían apenas con la entrada comprada en preventa o a un revendedor y el dinero suficiente para comprar un pachón de vodka que dosificábamos para que durara toda la noche. Eso sí: sabíamos quién se presentaría y si igual íbamos a regresarnos a casa caminando, íbamos a pasar una noche que nunca olvidaríamos. Ahora no sé qué haría con tanto dinero. Supongo que me compraría un ticket al futuro que podría estar en la donación de computadoras a una escuela en el interior del país para que mi nombre trascendiera mi existencia o en alguna cabaña escondida en alguna montaña perdida del Japón. Pero no tengo todo el dinero del mundo, ni tengo dinero siquiera y para más chingar, siempre que mi mundo se ha acabado, la música ha seguido sonando.

Digo chingar porque, para quienes no nos ha quedado más que escuchar música para sobrevivir aquellos días que una mezcla de esperanza, incertidumbre y exasperación hacía que sólo se distinguieran por su nombre, o sea, para lxs que siempre íbamos, no tener a donde ir a bailar es un problema: Quienes hemos pasado por el taller del diablo por lo general hemos escuchado más música y por lo tanto -sabemos- más de música, de artistas, de disqueras pero más -y sobre todo- de cómo se vive la música. Le pese a quien le pese.

No somos las más guapas ni los que más botellas compramos. Es más, somos algo fexs: no salimos bien en las fotos y cuando sí, no nos vemos bien. Por eso le pelamos la verga a las promotoras locales: porque no somos populares, no somos cool y encima somos fexs. ¿Por qué alguien querría juntarse nosotrxs? ¿Porque -sabemos- de música? hahahahaha... A las promotoras locales les pela la verga si vamos o no a sus fiestas, no necesitan a quienes llevamos años asistiendo: tienen el dancefloor que dejó el EDM: ¿se imaginan todas esas bocas abiertas-sedientas de atol?

A las promotoras líderes -en dar atol con el dedo- lxs que siempre íbamos les pelamos la verga y por eso la música electrónica es irrelevante y, vamos, pela la verga en Guatemala. Continuará...



martes, 7 de noviembre de 2017

Zombies Everywhere: Zombies In Miami Essentials

Foto: Beats In Space

*Esta es una recopilación no oficial basada en mi gusto personal "que no es ningún criterio estético". ¿O sí? Si dejé afuera las rolas por las que usted lxs conoció o no incluí sus "greatest hits". No me perdone.

Ya no estoy para enumerar todos los venues donde se han presentado. No lo voy a lograr. Y presentarlxs por los labels donde han publicado su trabajo(es tan 2013 y para eso vaya a Resident Advisor)igual es disfuncional porque el catálogo de este dúo originario de Aguascalientes, México está disperso por todo el mundo. Tampoco pretendo ya definir "su sonido". Para eso seleccioné estos 10 tracks siguiendo cierta cronología y procurando ilustrar que los "géneros -y etiquetas- musicales" son un invento del mercado: la música sólo es buena o mala, es el único axioma que aplica.

COMA - Cycles (Zombies In Miami Remix) - Kompakt

Con esta rola iniciaron su primer Boiler Room después de Gus Gus. En ese entonces yo ya trataba con Cani la posibilidad de traerlxs a Guatemala y me contó que duró la mitad (por lo general los sets para Boiler Room duran 1 hora) porque hubieron quienes se pasaron de fiesta y cortaron la transmisión.


Zombies In Miami - Canibal - La Dame Noir

Supongo que se llama así por el pseudónimo del esposo de Jenice. Esta y "Roller Bit" (la otra rola que incluye el EP) me llevaron a mucha de la música que me gusta hoy por hoy.



Zombies in Miami - The End Of The Beginning - Correspondant

Sí, tienen otra rola que se llama "This is not the end". No son la misma.




Zoé - Arrullo de estrellas (Zombies In Miami Remix) - Universal

La segunda vez de Zoé en Guatemala venía presentando su nuevo disco "Prográmaton" que incluía la versión original esta canción. Fui porque me regalaron las entradas y había invitado a una chava que me gustaba. Me sacaron a medio concierto por fumar.


Zombies In Miami - El Fuego - Love on the rocks

Se la escuché por primera vez a lxs Carisma en su Boiler Room y cuando supe que era de lxs Zombies me cagué porque en esos días venían por segunda vez a Guatemala (a la Semana de Música Avanzada 2016). Un rolón que todavía no supero.



D-Formation - Balkia (Zombies In Miami Remix) - Suara

Suscribo lo que dije cuando salió: "Si alguien me lo pregunta, Zombies in Miami le hizo un favor a Suara reconstruyendo este track. Pero como nadie lo hace, igual lo afirmo: esto sí es un remix, una propia interpretación del original agregándole características de sonido igualmente propias.

Demasiado para un label que, en promedio, saca un EP cada semana dejándome, personalmente, varios cuestionamientos en relación a su proceso/táctica de curaduría." #SorryNotSorryCoyuliebers



Machino - Sin fin (Zombies in Miami Remix) - Glauben

El catálogo de Cani y Jenice es tan amplio y diverso que no sólo a mí se me ha de haber pasado esta por alto.



Zombies In Miami - Turquoise - Bordello A Parigi

Me di gusto incluyéndola en mi programa de radio y explorando esta súper disquera.


J.E.E.P. - Terroir Tropical (Zombies in Miami Remix) - Galaktika

Otra que se me pasó por alto. Juzgue usted.


Zombies In Miami - Mithril - Correspondant

Se las escuché en su último Boiler Room. Salió hace un par de meses. A volar...


Bonus: Zombies In Miami - Soleil - Unreleased

No sé cuántas veces escuché su set en Burning Man 2014 por esta rola. Cuando lxs trajimos la primera vez (para el lanzamiento del website de Danzón) y la tocaron en vivo fue especial. Ricardo Girón estaba a la par mía. PD: Cani no te enojés. Supe que se la enviaste a cierta gente en Guatemala pero a mí no así que mejor recordate que fue de lo primero que hice cuando te conocí: preguntarte cómo se llamaba.

jueves, 26 de octubre de 2017

Bailaremos sobre su sangre

Sólo porque aquí la escena es incipiente no significa que cualquiera pueda venir a "hacer” cualquier cosa. No importando la calidad ni el contenido. Pareciera que aquí “hacer” es suficiente. Ese estándar -mediocre- fácil de alcanzar, ha hecho que muchxs amateurs con recursos repliquen el modelo y un dancefloor underground, educado por los años en la escena (que aquí no lleva más de 15) y de no más de 500 habitantes, esté disperso -y buscando algo que no encontrará- en sus propuestas homogéneas, apenas conceptuales, nada constructivas -mucho menos identitarias- y sobre todo, pretenciosas.

Faltan generaciones para que esto cambie pero da pena ver el desperdicio de esfuerzo, aunque sea ajeno. Tercermundismo es invertir talento en mierda. En un futuro se les recordará como la sangre que tuvo que correr para que nosotrxs pudiéramos bailar.


jueves, 12 de octubre de 2017

Hernán Cattaneo en Costa Rica

Foto: Jhans Masco, Club Vertigo.
No son ni las 11 de la mañana del último día de septiembre 2017 en el aeropuerto internacional "Juan Santamaría", Ciudad de Alajuela, Costa Rica. De las dos horas de viaje, dormí, si mucho, 30 minutos y todavía nos faltan 18 kilómetros para llegar a San José. Un taxista tras otro nos ofrecen llevarnos al Centro Histórico por $30, $40, $50 y hasta $70 pero por menos de un dólar tomamos un bus en perfectas condiciones en una estación a la vuelta de la salida del aeropuerto y en menos de una hora ya estábamos haciendo fila en el banco para comprar colones e ir a almorzar. Fuimos al mercado y opté por un "casado" (almuerzo casero) que incluyera el típico "gallo pinto" tico (combinación de arroz y frijoles).

Quedamos en juntarnos con la hermana de mi primo -que horas antes había decidido acompañarme- y una amiga guatemalteca que está estudiando en la UCR pero una lluvia semejante pero más intensa que el "chipi chipi" cobanero nos hizo refugiarnos en un bar de la esquina. La hermana de mi primo no llegó y mi amiga llegó con "chiliguaro" (aguardiente tradicional costarricense combinado con salsas de chile picante). Desde el balcón contemplamos un desfile de paraguas y a un grupo de chicxs bailando pero no invocando ese "olvido del silencio del hambre y del ruido de la muerte" como ilustraría alguien en Guatemala.

Monumento a "Los presentes" del escultor costarricense
Fernando Calvo.
Foto: Gilberto Luna, Municipalidad de San José.
Como no paraba de llover, no nos quedó de otra más que seguir bebiendo una cerveza por aquí, un chiliguaro por allá. Así nos enteramos que Hernán Cattaneo ya estaba en Costa Rica para su presentación en el Club Vertigo. Mi primo (maldito blasfemo) no vendría con nosotrxs a la fiesta por lo que, cigarrillos después, nos separamos. Humo, música y ducha donde mi amiga y al Uber (Pre perfecto, si me lo preguntan). No son ni las 11 de la noche del último día de septiembre 2017 en las afueras del Centro Comercial donde se encuentra el Club. Un gusano humano lo envuelve. Nosotrxs fumamos.

La chica que verifica mi nombre en la lista de acreditaciones me pregunta por mi equipo de foto y video. Le digo que no uso, que vengo a bailar como se baila aquí para traducirlo en una suerte de crónica. Se ríe y me pone el brazalete. Subo las gradas y me topo con unos cuadros-espejos que me llevan al 2007 donde el inspector del colegio donde estudiaba nos formó en fila para ir a vernos en un espejo que había andado cargando en una cajita desde hace una semana advirtiendo que ahí estaba acumulando "todo lo que nos alejaba cada día de la victoria". "¿Habremos perdido?", me pregunté subiendo otro grupo de gradas. "Estoy aquí. Por fin. lo bueno de no tener nada es tampoco tener límites", pensé.

Me encontré primero con Elena, después con Leo. Ellxs -Mobius Strum- y Fredo Cortez -el propietario de Vértigo- le entregarían la cabina al argentino que, de un momento a otro, pasada la media noche, apareció a sus espaldas. Llevaba el dilema de entrevistarlo o no. Iba nervioso. No tenía nada qué preguntarle. Lo sé todo de él. Sé hasta que ahora vive en Buenos Aires con su esposa y sus tres hijas "para que adquirieran la identidad argentina" tras haber residido en Barcelona y antes en Londres. Sé que fue porque intencionalmente tocó un set aburridísimo en el extinto club Museum de Buenos Aires en el 98 (porque Los Chemical Brothers habían decidido reventar el dancefloor abriendo la noche que compartían cartel con Paul Oakenfold -el primer superstar dj de la historia- que estaba ahí cuando lo hizo y al escucharlo, le agradeció, lo invitó a su tour mundial y se lo llevó a Europa) que se le abrieron todas las puertas. Sé que concuerda con el inglés con que es un "entretenedor" pero también sé que difiere cuando entretiene a quien él quiere porque sabe que "a quienes les gusta Hernán Cattaneo, les encanta y para quienes no, ni existe" (hoy por hoy él decide a dónde ir y qué bookings aceptar). Sé de la descendencia de su disquera Sudbeat, del alcance y la cobertura global de su radio show Resident que todas las semanas presenta nueva música, de sus legendarias compilaciones para Renaissence y Balance, de su ejemplo para artistas como Guy J y sé de gente que lo sigue a todo el mundo. Como un peregrinaje.

Le pedí que le mandara saludos a sus fans en Guatemala a lo que me respondió "¿Cuándo voy a Guatemala?". ¿Qué le iba a decir? "Brother, ahorita estoy haciendo una coperacha en Guate para llevarte". No. No supe qué decirle así que le dije cualquier cosa, que la primera vez que visitó Guatemala, yo tenía 16 años y no me habían dejado entrar. Que había pensado en escribirle una carta pero que estaba ahí: Agradeciéndole y representando mínimamente. Sonrió, me agradeció, me dijo que le encantaría venir pronto a Guatemala y mandó saludos. Ahí tengo la grabación.

No cortó el set que le antecedía, más bien comenzó el suyo con este track:



Y lo que se anunciaba como una sesión de 2 a 4 horas, terminó siendo un viaje dentro del viaje de más de 8 horas (parecía que hablaba solo pero devolvió uno que otro saludo, no vi que bajara al baño sino hasta alrededor de las 9 de la mañana que gritos de agradecimiento inundaron el vacío que el Gary Stewart Audio System había dejado en un todavía poblado Club Vertigo -que había topado su capacidad dejando afuera a muchas personas con ticket en mano incluso). Mezcló, sin exagerar, más de 100 tracks. Los géneros musicales no existieron. O, por lo menos, no a golpes inmediatos. Muchos pasajes para meditar bailando eso sí. Hernán Cattaneo es un entretenedor que, contrario a distraerte, te enfoca entre los clímax y clímax que crea. Irradia sencillez. Es imposible temerle a la oscuridad cuando vuelve a ralentizar los sonidos para conectarse, pareciera, especialmente con vos y cada una de las almas que comparten la pista en un hilo invisible de satisfacción, como si todxs en ese cronotopo estuviéramos participando de otra dimensión de la experiencia humana: una donde se valía quedarse para siempre en esa noche porque el presente era un fin y no un subordinado del futuro.

jueves, 5 de octubre de 2017

—¿Qué lleva en su maleta? —Luces de colores, lo pasaré bien.

Eso dije en mi mente cuando la oficial me dejó abordar mi vuelo.

Lo acepto. Aún estaba ebrio. (Horas antes había bajado de Carretera a El Salvador y dormido una hora para estar a las 6 a. m. en el aeropuerto.) Pero le dije a la oficial que no bebía.

La noche anterior habíamos despedido a una amiga que se fue a vivir a La Antigua (o por lo menos esa fue mi excusa para enajenarme). Ya borracho le balbuceé al oído, "la otra noche tu hermana me preguntó por qué, si presumía conocerte-identificarme tanto con vos, no éramos más cercanos. Fue la noche que tembló. No supe cómo explicarle que no me acerco mucho a quienes se van. Que cuando quiero, quiero fuerte y me cuesta dejar ir. Que por eso quiero a muy pocas personas, animales y cosas. Porque no se irán, no sin mí. Aunque yo tienda a perderlas. Tu hermana me dijo que no podés curar a un enfermo usando su enfermedad como remedio. Que ya no podía ayudarte. Que yo también estaba enfermo. La otra noche le dije a mi primo que crecer sin burlarse del mundo y su moral era imposible, que dolía mucho y me recordé de vos y que te ibas."

En algún momento de la noche, ella puso esta canción y mientras me derretía en la pista pensaba en todas las noches que compartimos con las personas que queremos y cuanto quisiéramos que no terminaran nunca. Pensé en la gente que se fue, en lo que hicimos y dejamos de hacer, antes y después de ellas. Pensé en su hermana y en que si la quería ver, podía subir a buscarla a la habitación donde dormía. Por un instante, recordé a algunas de esas personas que no volví a ver.  Enumeré con quienes, algunas veces, sí nos habíamos visto. El vacío de no tener nada y la incertidumbre de no saber qué vendrá, se llenó de nostalgia, como si lo hubiera dejado todo en el pasado. Vi mi sombra intervenida por imágenes de aquellos lugares de los que sólo recuerdo el esmalte dorado del sol sobre el gris, donde se intercambiaban nuestras ingenuidades y algo nos tentaba a dejarnos ir, pensé en los lugares que no conocemos y concluí que la única vida que vale la pena ser vivida es aquella que merece repetirse.

Brindamos porque lo hablado, lo escuchado y lo bailado esa noche no se nos olvidara nunca. Cuando la oficial me dejó pasar, supe que a Costa Rica, llevaba buena suerte.


"Me colé en una fiesta" fue el tercer sencillo de Mecano, grupo español de tecno-pop, incluído en su álbum homónimo que debutó en 1982.

martes, 26 de septiembre de 2017

Diéresis: Desobediencia tecnológica

Foto: Sara Fratti

A Lester Figueroa y Alexander Mazariegos los conocí impartiendo un taller titulado "el ruido como producto" en el marco de la Semana de Música Libre que Creative Commons Guatemala organizó en el 2014. Un año y meses después estábamos caminando por el centro histórico de Tegucigalpa en busca de pizza (sí, en una de las 5 ciudades más peligrosas del mundo y qué) tras la conferencia que ofrecieron sobre circuit bending y su proyecto audiovisual en el Museo para la Identidad Nacional de Honduras: ellos compartían el cartel de la fiesta de cierre del Modular + con Lena Willikens y Paula Temple y yo estaba cubriendo tal Festival.

Por ese entonces ya habían lanzado "Lo siento ya no me importa" (Bajo Presión Records, 2013) y presentado "Éxitos del verano de 1982 - 1987" en la Semana de Música Avanzada 2015, su primer y segundo álbum, respectivamente. Meses después habían regresado del Festival Rompiendo Fronteras de San Cristóbal de Las Casas, realizado el Festival Gradiente y se preparaban para presentar su tercer álbum homónimo en la Plaza de La Herradura del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, por lo que los invité al programa de radio que en ese entonces conducía y que transcribo a continuación:

Foto: Maya Coj

¿Cómo han llevado de la mano su profesión de ingenieros mecánico-industriales y su carrera musical?

Lester: Más que transicionando, integrando los oficios. Más que considerándonos músicos, considerándonos hacedores y más que etiquetarnos a nosotros mismos, rompiendo la creencia de que "tenés que hacer esto para poderlo representar".

¿Qué motivó sus ganas de hacer cosas?

Lester: Ingeniárselas para hacerlas, no importando qué fuera. Y es que desarmando, comprendés y comprendiendo, modificás la realidad, o sea, la hackeás.

Alexander: Musicalmente nos gusta mucho la cumbia, Aniceto Molina, por mencionar a alguien; el metal también.

Lester: Yo vengo de bandas Punk, de tocar guitarra como un instrumento "base". ¡Terminé con juguetitos de Q5! Fue como caer en un género porque lo estábamos haciendo literal-electrónicamente por convicción, ya que entre amigos vas conociendo artistas como Squarepusher o Aphex Twin y te preguntás: "esta gente, ¿cómo hace su música?" y descubrís que, cuando no hay tanta facilidad y acceso a ciertos aparatos hay personas que crean su propio hardware o lo que requieran para hacer que funcione como ellxs desean y de esa idea -que luego también descubrimos era todo un movimiento (tinkering)- partió nuestra "caída" al circuit bending.



Ustedes hacen IDM, 8Bit, Noise, Drum & Base, Glitch, entre otros, por medio de circuit bending (técnica para corto-circuitear dispositivos electrónicos de bajo voltaje). ¿Cómo mantenerse autónomos y no autómatas entre tanta tecnología? Por ejemplo, ¿cómo no crear discapacidad al hacer un mundo de apps y que alguien no tenga acceso a smartphone/apps?

Lester: Es complicado porque de alguna manera tu forma de pensar se empieza a adaptar a las máquinas porque estás rodeado de estas pero Diéresis parte del concepto "desobediencia tecnológica" para usar la tecnología como herramienta pero no la usarla para lo que te venden que fue hecha. Nuestro circuit bending parte de sacarnos de la cabeza la idea de que es un juguete y convertirlo en un instrumento. Como quien encuentra un motor de ventilador y lo convierte en un molino para maíz, por ejemplo.

Cuando ustedes mencionan Punk, a mucha personas inmediatamente se les vendrá a la mente el DIY (do it yourself/hazlo tú mismx). ¿Creen que ahora es más DIT (do it together/hagámoslo juntxs)? (Pregunto por el Festival Gradiente en el que los participantes fabricamos nuestros propios sintetizadores).

Lester: Procuramos crear, fabricar, modificar y optimizar las soluciones de acuerdo a nuestros problemas y necesidades en vez de comprarlas para luego liberar los inventos. No nos interesa quedarnos con lo que aprendimos. Eso es entregar un producto final a un consumidor final. Si a una persona le exponés cómo hiciste para llegar a ese punto, ellxs podrán "hackear tu hack" de acuerdo a sus propias necesidades y problemas y de esa manera, los objetos también se vuelven proactivos de aprendizaje, entonces empezamos a hablar de pedagogía maker.

Hacer cosas, es un tanto vaciarse del conocimiento que uno tiene para llenarse de otro. Compartir es innovar. Promovemos la libertad y exploración del constructivismo y no el adoctrinamiento y la imposición del construccionismo.

Una persona humana no nace siendo, sino se hace conforme va creciendo en un entorno que le proporciona ciertos estímulos y por lo tanto la persona llega a ser como tal, tienen que ver mucho los procesos de enseñanza-aprendizaje en la casa y las aulas.

Foto: Pepe Orozco

¿Cómo han manejado su carrera independientemente?

Lester: Nos hemos movido bajo un instinto propio pero no dejamos a las personas que nos han apoyado y halado hacia nuevos horizontes que no nos habíamos planteado. Como artistas y músicos muchas veces te limitás a ciertos tiempos-espacios pero para romperlos necesitás personas, colectividad, o sea, comunidad que te ayude a generar infraestructura.

¿Cómo ha ido el proceso creativo-evolutivo de su propuesta?

Lester: Eso de decir desde el día 1 "soy artista" es complicado, llevamos 5-6 años, es importante irse definiendo, compactando. Quienes nos escucharon en el primer concierto y quienes nos escucharán hoy podrán pensar que no somos los mismos y la palabra no es ir creciendo, sino irse conociendo.

Alexander: Al inicio decían que sólo en Europa nos entenderían pero nosotros quisimos ser profetas en nuestra tierra y por eso hemos intentado ser muy explícitos invitando a hacer lo que hacemos.

Lester: Nuestro primer álbum "Lo siento ya no me importa" era más ruido plano y análogo; para el segundo, "Éxitos del verano 1982-1987", nos digitalizamos, y para el tercero "Diéresis", integramos las herramientas.

Alexander: Se podría decir que hemos ido "subtitulando la experiencia".

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Por qué no voy a ladies nights ni a fiestas donde las mujeres entran 2X1 o no pagan



*Esta es una percepción/opinión basada en mi propia experiencia. Que cada quien haga lo que quiera.

A ver, empecé a salir allá por el año 2003. En mi colonia habían dos grupos: los grandes y los pequeños, o sea, los viejos y los jóvenes. -Así también se conformaban los equipos de fútbol.- Por alguna razón, yo me juntaba y jugaba con los grandes. Y con ellos también empecé a salir. Literalmente iban a "ver culos", como decían. Nunca los entendí: esperaban que, al mirar y murmurar sobre las chavas que se encontraban en los clubes, ellas se interesaran por ellos y les llegaran a hablar. Nunca vi que esto sucediera. (Tal vez porque mientras ellos estaban en esas yo estaba en la puerta tratando que el bouncer me dejara entrar puesto que en ese entonces yo tenía 12-13 años).

Al inicio no comprendía muy bien la razón de ser del "cover" porque como íbamos en grupo entrábamos "por consumo". Fueron pasando los años y yo me fui separando de aquellos primero, porque ya no quería abusar de la buena onda de algunos de ellos que no entraban por quedarse conmigo; y segundo, porque ya no me identificaba: Se limitaban demasiado para salir y yo quería estar afuera. Así, sin tener la mayoría de las veces como ir y mucho menos como regresar, empecé a salir solo a eventos gratuitos o que mi ajustadísimo presupuesto cubriera.

Entre otros, me di cuenta de dos fenómenos que, creo, siguen vigentes:

1. Los propietarios y directores de los clubes y promotoras -por lo general hombres- en su ceguera ocasionada por la competencia de estar "a la moda" siguen creyendo que "donde están las mujeres está la fiesta" y bajo esa idea se "esfuerzan" por "beneficiar" a las chavas para que, gente como mi ex equipo de fut llene sus eventos. (No, no confían ni bookear al "DJ del momento".)

2. Si unx no paga por un producto o servicio, es porque unx es la mercancía.

En suma, se configura una "experiencia" que consiste en pagar por ver, interactuar y tener posibilidades sexuales con mujeres porque vamos, no es ningún secreto que cuando los machos estamos alcoholizados, también estamos "calientes" y la prueba de esa energía es que, cuando no la descargamos en un encuentro sexual, terminamos haciendo cagadales como pelearnos con otros machos muchas veces por una chava. (Sí, al mejor estilo de los conquistadores que se disputaron territorios en la época de la colonia.) Nosotros somos los consumidores y ellas el objeto de consumo y a pesar de que el acoso sexual se multiplica, hay quienes defienden que, ante la clara diferencia de ingresos salariales entre hombres y mujeres, "dejarse invitar es compensar la desigualdad de géneros". No sé. Que sean ellas quienes juzguen y ponderen los costos que implica esta "oportunidad".

Comencé a observar esto precisamente en los clubes "de moda" que programaban reggaetón al inicio y rancheras-narco corridos al final pero recientemente he observado que, en un intento -fallido- por ser más "incluyentes", propietarios y directores -hombres- anuncian temáticas y line ups conformados prácticamente por mujeres "demostrando que sí hay talento femenino" (que sería más evidente si la industria de música electrónica no estuviera dominada por estos padres que "les están abriendo las puertas").

Si un club o promotora exige un cover para ingresar, debería ser para costear el evento. ¿Si le cobran menos o no le cobran a las mujeres no se traduciría en pérdidas? Si están dispuestos a arriesgar su sostenibilidad/rentabilidad -que podrían justificar con la compensación que produce la venta de estupefacientes in situ-, ¿lo importante en su fiesta sigue siendo la música y que esta llegue a más personas? ¿Por qué no cobrarles menos o no cobrarles a los hombres y la comunidad LGBTIQ también entonces?

Si queremos exijir sonido adecuado, line up vanguardista, seguridad no invasiva, baños limpios y buenas ofertas en la barra, todxs paguemos cover. Y si queremos un dancefloor libre de sexismo y discriminación, donde todxs sean bienvenidxs, respetemos cuando alguien quiere perderse bailando solx.


domingo, 10 de septiembre de 2017

Smagghe & Cross feat. Matthew Herbert - In the morning


No me parece casualidad empezar el blog con una rola en la que participa Ivan Smagghe (mi gurú de música-política con el que en enero tuve la oportunidad de bailar en el BPM Festival pero que perdí al pasar la noche detenido en la frontera entre Belice y México por "irregularidades migratorias" aunque la verdad es que, entre Guatemala y Belice, como en muchos otros países vecinos del mundo, hay una guerra territorial no declarada. En fin...esa historia te la cuento en persona.)

El ex Black Strobe no descansa. En menos de un año ha publicado dos álbumes: "It's A Fine Line" junto a Tim Paris y "MA" junto a Rupert Cross y por si fuera poco, constantemente "libera" -por tiempo limitado- tracks y edits secretos en su blog personal, sin mencionar todo lo que se podría de sus disqueras Kill The DJ (digital) y Les Disques De La Mort (vinilo) y el soni...actitud "Death Disco" que el parisino ha venido estilando a lo largo de sus cuarenta y tantos años.

El EP que incluye esta rola se titula "MMMMMMM" y también recomiendo el remix que suena a DJ Koze.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

But why?

Es fácil caer en el slogan de que "todo se trata de la música". Y no es que, a la larga, sea mentira. Pero la única música que se "pone en escena" autónomamente es la música "natural", la música que vino con el universo: el sonido que produce el viento cuando choca contra las hojas de los árboles o el canto de los pájaros, por ejemplo.

Toda la otra música, desde la música de fondo de la historia de la humanidad hasta la música que vos o yo escuchamos hoy por hoy, requiere de intermediarios para exponerse -y exponer a su autor.- De esa necesidad surgió la industria -derivada de la industria del entretenimiento- que emplea a personas para diversos roles alrededor del(a) artista.

La escena de música electrónica en Guatemala y Centroamérica no lleva más de 20 años y a pesar de la cercanía con México -tierra del rey de la comunicación- pocos roles se han desarrollado más allá de proveedores de audio, iluminación y montaje (las tornamesas y el mixer son, por lo general, inventario de los organizadores), proveedores de seguridad, servicios sanitarios y gerentes de mercadeo de las marcas patrocinadoras.

Si bien es cierto que hay algunas disqueras establecidas, el andamiaje de representación es incipiente: Apenas están empezando a venir agencias de booking y management y los circuitos de venues son objeto de investigación -e intervención- de mercado de las mismas marcas (que por lo general son de bebidas alcohólicas). La autogestión -en la mayoría de casos- ha derivado en estándares de ejecución amateur; la gestión de la música como agente cultural (de identidad y pertinencia social), llega en formatos y contenidos básicos una o dos veces al año con escasa convocatoria; la prensa especializada prácticamente no existe y por si fuera poco, son raros lxs artistas locales que se cuestionan: What do you play when different has become the same?

¿Y cómo se lo van a cuestionar si nadie se los exije? La música no existe sin un par de oídos críticos receptores que decodifiquen, interpreten y retroalimenten su mensaje. Pero, ¿quién (in)forma al dancefloor o la audiencia en que el canal/medio empleado, el mensajero/artista y el proveedor del micrófono/speaker también son el mensaje? 

La definición de "fiesta" monopolizó mucha de la razón de ser de nuestra cultura club/rave. Y no está mal: La vida es una mierda, pongámosle pausa y olvidémonos de ella por un rato. 

Este es el tercer mundo, aquí no podés traer al(a) artista que querás, cuando y a donde querás. Aquí pagar un fee + vuelos en primera clase, gastos de hospitalidad y after parties no es sostenible para cualquiera. Y no es rentable ante audiencias selectivas que rara vez asisten motivadas por los actos musicales sin distraerse por la oferta de fast food auditivo que atrae a las masas. Sin embargo -punto a favor del culto, todavía nos damos el lujo de carteles anunciando un solo main act internacional y warm ups locales, brindándoles el cronotopo que cada unx merece.

A pesar o a razón de lo espontáneo del orden, quienes "salen de fiesta" básicamente no cuestionan la naturaleza de su momento de enajenación: No se preguntan el por qué y para qué de la fiesta y mucho menos indagan a quién le están comprando estupefacientes. Como si celebraran sin motivo.

No, no estoy promoviendo el conservacionismo ni la intelectualidad. Sólo me surge una duda: ¿quién está configurando la experiencia que estamos viviendo? Porque en eso recae la oferta del marketing experiencial: "vivir una experiencia porque you only life once". El turismo musical en la región lleva la mitad del tiempo de la escena. Y vamos, aunque las locaciones alrededor de lagos, islas, playas, bosques, sí que son una experiencia que no envidia otras amenidades sintéticas, la fórmula parece la misma: una buena excusa para escapar, para no pensar por un rato.

¿Quiénes se benefician con las reuniones masivas convocadas en nombre de la música (festivales, por ejemplo)? ¿Qué ocurre fuera de nuestro mundo cuando nos encerramos en esas burbujas efímeras? ¿It's all about the music cuando estamos concientes de lo que estamos haciendo y participando? ¿Vale la pena la pregunta? ¿Serviría de algo la respuesta?

Es menester tanto un relevo generacional en las gerencias patrocinadoras como una infraestructura independiente que la rija. Sí, la puesta en escena digna de la música tiene que regresar -o ser arrebatada- por lxs artistas y amantes de la música mediante otros modelos que abandonen la promoción "de la música o artista del momento", que fomenten comunidades paralelas; que impulsen más empatía y menos "experiencias", que impulsen intercambio, libertad, inclusión, equidad, transparencia. Menos hedonismo y más motivos para celebrar. Es menester la protesta personal: no bailarle al DJ que pincha lo mismo desde hace un año, no asistir a los eventos de promotoras que reciclan experiencias o denigran la diversidad de todo tipo. Si esto no sucede, el verdadero underground seguirá en un bar de mala muerte o morirá en su habitación -otro punto a favor del culto.-