domingo, 27 de junio de 2021

#ItsNOTallAboutMusicRecomienda: "Será que ahora podremos entendernos", el nuevo álbum de Mabe Fratti

La chelista, vocalista, compositora y artista sonora guatemalteca basada en México, publicó su segundo álbum a través de la disquera londinense Unheard of Hope. El marcador de tiempo Será en el título da cuenta de que, quien lo escuche, asistirá a una obra de carácter narrativo: es la historia de una incertidumbre del futuro que tiene su raíces en un acontecimiento del pasado, que la autora re-presenta en nueve piezas de música electroacústica y cuyo gesto con su mano en la foto de la portada (que en el lenguaje de señas internacional significaría la letra "T"), en términos no verbales de Mesoamérica, podría ser una referencia al grado de dificultad que atraviesa la idea reguladora del mundo "Será que ahora podremos entendernos": la comunicación humana.

Y es que entre humanos, comunicarnos para entendernos es solo una cara del proceso, la otra es ¿para qué entendernos? Y es en esta conversación donde llegaremos (o no) a un acuerdo, a una confabulación que construya mundo. Y es cuando se hará evidente que todo encuentro humano implica una relación de poder (ya que todxs emitimos información desde una localización social) y que toda relación de poder es asimétrica (porque estas emisiones de información vienen de lugares diversos y muchas veces desiguales). En este marco, Mabe Fratti aplica el concepto de diagramación espacial para organizar las piezas de su disco como quien ordena los objetos de un lugar y, en este sentido, sugestionar las posibilidades dinámicas que puedan ocurrir.

Si no nos quedamos con que la seña de la portada significa lo pisado que es comunicarnos (no digamos entendernos) y, más bien, rescatamos la letra "T" como la posible forma del espacio en el que transcurren 55 minutos y 27 segundos, personalmente diría que la historia "Será que ahora podremos entendernos" es una danza de cuerdas y circuitos en tres grandes actos: 

El primero parte de la premisa de que "Nadie sabe" porque no hay una sino "Mil formas de decirlo" (o más) y por eso expresarlo de la manera que salga es lanzarse "Hacia el vacío". En esta parte, probablemente porque es el inicio no lo sabremos y por cierto opening en clave alegre y andante pero entre líneas el sonido del chelo es el piso resquebrajándose bajo los pies. La dulce voz canta siento el cuerpo vibrar, algo se aproxima, vuelven los sueños oscuros y los hilos eléctricos de sintetizador tejen el sonido de una profecía que se cumple recurrentemente: Empiezo a contar en retroceso. ¿Cómo te digo si solo sale un balbuceo? Tal vez ahora pueda decirlo, tal vez ahora pueda ser. En este punto vamos en caída libre mientras se escucha un juego de palabras Solo con hablar ayudamos anulamos algo.

El segundo gran acto comienza con una balada que, ante la cadencia de bombos y platillos, funciona como el corazón obstruido del álbum pues hay alguien "En Medio", cuyo ending me remite al The Redeemer de Dean Blunt. Sigue con "Inicio Vínculo Final" que, entre golpes metalúrgicos, puntazos de guitarra y capas de distorsión y psicodelia, será como aquella tenebrosa, larga, fría y densa noche en el bosque montañoso de aquel solo improvisado de Jimmy Page en "Dazed and confused (The song remains the same)". Ya en "Aire", el nudo a base de un loop de chelo en dramático suspenso comenzará de desenvolverse en una sinuosa cuerda de gas ascendente por momentos imposible de respirar.

"Será que ahora podremos entendernos" empieza a aterrizar con un tercer acto en el que Mabe Fratti canta, sobre la atmósfera juguetona al principio y densa después (que me resuena al remix de Nicolas Jaar a "Lux" de Brian Eno) de "Cuerpo de agua", con voz oscilante pero siempre andante: ¿Cómo sabes si lo que sientes es lo que dices que tú sientes?, ¿Cómo sientes? Cuestionamientos ontológicos y epistemológicos que continuarán entre brillantes y accidentados sintetizadores, sonidos rumiantes y de hélices en "Qué me hace saber esto" y que podrían apelar al modo cómo nos enseñaron a sentir y nombrar lo que sentimos. El disco cierra con "Un día cualquiera" en la que ya no habrán vocales, solo el arco del chelo saltando sobre las cuerdas, en un ecosistema drone que contrasta con ciertos sonidos de viento ancestral que podrían ser una vez más circuitos emulando flautas.

Regresando a la idea de comunicación, uno no habla cualquier cosa con cualquiera (texto y contexto). La artista guatemalteca lanzó su nuevo álbum el viernes y yo comencé a escribir esto en la madrugada luego de que la luz de la luna llena que entraba por la ventana me despertara. En Brasil eran las 03:00 de la mañana del 25 de junio. En Londres las 07:00 (por eso pude escuchar el disco antes de que llegara a redes sociales). En Guatemala eran las 00:00 horas. En México la 01:00 de la mañana. Y en Cuzco, Perú, la capital del Tahantinsuyo (Imperio Inca), donde había concluido la celebración del "Inti Raymi" (en español "fiesta del sol") o, Año Nuevo Inca, también.

El Año Nuevo Inca, viene con el solsticio de invierno, después de la noche más larga del año. Se conmemora el origen mítico del Inca, quien es enviado por el sol como su representante (dios) ordenador de las acciones de las poblaciones del mundo y se pide (como viene el frío) por la cercanía del sol con la tierra. Así, en el territorio del imperio más extenso del Abya Yala (o América precolombina) nadie puede verlo a la cara porque, ¿quién puede ver directamente al sol sin quedar ciego?

Pero el último "Inti Raymi" con la presencia del Inca fue realizado en 1535. Según, "La Nueva Crónica y El Buen Gobierno" de Felipe Guamán Poma de Ayala,  menos de dos años antes, en 1533, los españoles llegaron con el emperador Atahualpa y le dijeron (con la ayuda de un traductor) que venían de tierras muy lejanas, como mensajeros y embajadores de un gran señor, que quería ser su amigo. Atahualpa les respondió que lo que decían sería verdad y que les creería pero que no podía ser amigo de su señor pues él también era un gran señor en su reino. Al escuchar esto, un fraile con una cruz en la mano derecha y un breviario católico en la izquierda, le dijo que también era embajador y mensajero de otro señor muy grande, amigo de dios, que adorara la cruz y que creyera en el evangelio pues este señor no quería que adorara nada más, que todo lo demás era cosa de burla. Atahualpa le respondió preguntándole quién le había dicho eso, que él no tenía porqué adorar a nadie más que al sol que nunca muere y el fraile le respondió que se lo había dicho la voz del evangelio, que se encontraba en el breviario (una suerte de prebiblia). Atahualpa le pidió entonces el libro y se lo acercó al oído pero, al no escuchar nada, se lo comunicó al fraile y dejó el libro a un lado. Esta acción de inmediato fue vista como una ofensa y una blasfemia por el fraile y los españoles, quienes apresaron a Atahualpa y, después de robarle todo, en medio de una plaza llena de sus súbditos nativos que nunca le habían visto la cara, le cortaron la cabeza y declararon la conquista del territorio Inca (que iba desde los andes peruanos hasta la patagonia chilena-argentina pasando por lo que hoy conocemos como Ecuador y Bolivia).

Si toda relación de poder es asimétrica y todo encuentro humano es una relación de poder y se requieren de acuerdos para confabular y crear mundos, ¿nos dará tiempo como especie para volver a aprender a entender la alteridad sin aspirar a dominarla? Solo lo tiempo lo dirá... Estuve parafraseando a Kant, Bourdieu y Ranciere y, para terminar, parafrasearé a Galeano diciendo que la utopía está en el horizonte que se aleja en la medida que nos acercamos y, por lo tanto la utopía, como las obras maestras, solo sirven para eso: para seguir buscándolas. Eso y que el camino es un proceso en perpetua construcción, son cosas que Mabe Fratti sabe muy bien, por eso, su discografía más que un mapa de su sonido, es el registro sonoro de sus huellas.

Escuchá "Será que ahora podremos entendernos" aquí: