miércoles, 13 de mayo de 2020

Tracks: Centroamérica - Líquido


Los productores Tony Gallardo II (de México) y Fabio Me Llaman Soltero (de Guatemala) publicaron el primer single de su nuevo proyecto en conjunto.

Centroamérica es una declaración de la añeja búsqueda estética en América Latina: identidad sonora dentro del espectro de la música electrónica contemporánea mundial. Por eso "Líquido" combina dembow, percusiones latino-africanas, sintes y vocales programados en más de cuatro minutos de perritmo darks con sabor a cusha.

El sencillo fue editado por el sello Discos Sentimiento en un EP que incluye remixes de Dany F y Alejandro Veneno. Dale, escuchalo y ponete líquido vos también:

martes, 12 de mayo de 2020

Video Playlist: Arnaud Rebotini pres. This Is a Quarantine


El maestro parisino del Electro Techno, Arnaud Rebotini, ha registrado 8 semanas de cuarentena en igual cantidad de EP's con su serie "This Is a Quarantine".


Arnaud era el otro integrante de una de esas bandas-puente entre el Electro Clash, el Death Disco y el Techno Ácido a inicios de los 2000 circulando principalmente entre Francia e Inglaterra: Black Strobe, que en tiempos de la formación Rebotini-Smagghe remixeó a Röyksopp, Rammstein, The Rapture y un largo e injusto "entre otros".



Por eso no es sorpresa que el ahora cabeza de Black Strobe Records prácticamente haya podido escoger "a dedo" qué artistas quería que reconstruyeran 8 tracks suyos inéditos que desde el 20 de marzo -y durante 8 viernes consecutivos- fueron publicados junto a su respectivo video y reversiones de nombres como Alessandro Adriani, The Hacker, Zanias, David Carretta y más pero fueron los remixes de Lokier (a "Digital Lockdown") y de Perel (a "Workout") los que nos gustaron particularmente.



Todos los videos de la serie son diferentes pero siguiendo la temática de cada single y son obra de los realizadores Thomas Bernon y Franck Podguszer a partir de la documentación de Véronique de Saint-Pastou y Linda Simhon. Miralos uno tras otro a continuación y que no te sorprenda cuando volvamos a hablar de Arnaud Rebotini. Lleva años siendo uno de nuestros favoritos.

domingo, 10 de mayo de 2020

¿El rey ha muerto (formato festival), que viva el rey (underground revival)? Algunos apuntes sobre la escena postCOVID


Conforme pasan los días la incertidumbre sobre los calendarios crece. Industrial, laboral, académico, artístico, deportivo: en ninguno se sabe qué va a pasar, en qué día marcar la fecha de "reinicio". Lxs pesimistas dicen que hay que dar el año por perdido, que hay que preocuparse por sobrevivir y llegar al 2021. Lxs optimistas insisten en hackear la crisis, en buscar creativamente fórmulas y modelos para setear un "nuevo normal" y que no sea necesario esperar hasta que "todo regrese a ser como era antes" para volver a empezar porque en algo coinciden unxs y otrxs: nada volverá a ser lo que era y sea lo que vaya a ser, tomará tiempo en transformarse y después en dejarse comprender.

Lo cierto es que "todavía no hay cura para el COVID-19, no se sabe cuándo la habrá" y por lo tanto, no queda más que esperar y en el caso de los gobiernos, atenerse a las medidas que proporcionen los sistemas de salud. Dicho de otra manera: mientras los sistemas de salud no estén en capacidad de controlar la pandemia, los gobiernos no pueden levantar las restricciones para las aglomeraciones de personas.

Otra cosa cierta es que la política está regida, más que por la religión, por el mercado, entonces lo que está pasando es que por presiones económicas (¿sabemos o no sabemos de dónde vienen?), los gobiernos paralelamente a "no permitir que suba el número de muertes", están comenzando a "abrir el comercio". En principio, muchos colegios y universidades nunca dejaron de impartir clases (y en el caso de los privados nunca dejaron de cobrar) adoptando el exclusivo modelo de educación a distancia al que han accedido quienes tienen y pueden. Las instituciones educativas que no están impartiendo clases online y lxs estudiantes que no han podido acceder, se encuentran en un limbo temiendo perder el año. Ahora, muchas empresas industriales exigen la reapertura, incluso de fronteras. En muchos países del mundo ya se está viendo a las personas salir a trabajar o a ejercitarse, ya hay tránsito vehicular y las aerolíneas inician un proceso de adaptación.

El calendario más incierto es el artístico y el de la industria que conlleva las puestas en escena en formatos presenciales alrededor del mundo. Con el cierre de venues y la cancelación de eventos, se está viendo una sobreoferta de "livestreams" en Internet (algunos de mejor calidad que otros) como una de las primeras reacciones ante la imposibilidad de presentarse físicamente en vivo. Para lxs músicxs independientes, plataformas como Bandcamp están procurando apoyarles renunciando a su comisión por venta un viernes al mes y para lxs mainstream, las fechas más cotizadas de todo el año están siendo reprogramadas para los últimos meses del 2020 con más ilusión que cualquier otra cosa pues, lo dicho: no hay nada cierto.

Entonces, como no hay nada más que hacer, vale la pena imaginar posibilidades si este momento histórico para la humanidad "resetea" la industria artística y, con esto, la escena musical que participa de ella.

No habrá eventos masivos en mucho tiempo

Los megafestivales y las actuaciones que reúnen decenas de miles de personas (o tipo seis personas por metro cuadrado) son los principales afectados pues no podrán realizarse mientras la medida de dos metros de distanciamiento físico mínimo esté impuesta.

Una vez levantada esta medida, habrá que concretar y diseñar medidas de seguridad sanitaria para contrarrestar el esparcimiento del virus. Ya se habla de tomar la temperatura en el ingreso, mascarilla obligatoria (lo cual es un gran wtf porque, ¿cómo vas a beber y comer dentro del evento si te exigen y alguien está pendiente de que todo el tiempo tengás puesta la mascarilla?) y de fragmentar el espacio para que divida al público asistente en grupos que puedan mantener la distancia. También se habla de reducir costos de producción y subir el costo del boleto para regular la cantidad de asistentes y, con ello, la rentabilidad.

El fee de los artistas será reducido

Si los grandes rectores de la industria del "entretenimiento" musical en vivo deciden reducir costos de producción, eso incluirá la propuesta económica para los proveedores del talento artístico que contraten. Se habla de una reducción tanto para artistas como agentes de hasta el 50% pero vamos, esto no es tan negativo: habían honorarios inalcanzables (por no decir inhumanos) para escenas pequeñas. Es cierto que muchxs artistas no circularán tanto como antes pero es probable que quienes circulen sean algo más que músicxs o rockstars buscando fama y dinero.

El costo de los vuelos aumentará

La industria aeronáutica también será severamente afectada. Algunas de ellas, para dar una idea, anuncian que su capacidad y alcance de operación será "como hace treinta años". Esto supondría un costo mayor para quienes vuelen porque prácticamente también tendrán que pagar "por el asiento vacío de a la par". Las rutas que operarán son la otra gran interrogante pues dependen de las regulaciones de cada ciudad y país destino.

Regresarán los eventos con talento local o un solo headliner

Al reducirse la cantidad de grandes artistas internacionales circulando, se esperaría que lxs locales tomen protagonismo hasta que sea "necesario" de nuevo alimentarse de lo que está sucediendo afuera de su ciudad o país.

Esto no puede traducirse en programar a lxs artistas que hay porque no hay otrxs, no. Esto debe interpretarse como una oportunidad para visibilizar la calidad de artistas que estaba siendo sofocada por factores que no tienen nada que ver con música: nepotismo, estrategias digitales, entre otros.

Para las escenas pequeñas esto no será algo nuevo pero para las que acontecen en grandes ciudades sí: un/a solx DJ o una sola banda internacional alternando con talento local. Muchxs hemos leído o sabido de como fueron los inicios de las carreras de nuestrxs íconos: muchxs empezaron en un ambiente cabaretero, sólo ellxs con su guitarra o sus tornamesas cara a cara con el público. Esto abre la puerta a que, ante la restricción de aglomeraciones de personas, lxs DJ's y bandas opten por ofrecer varias fechas por día o los agentes y promotores ofrezcan una suerte de "residencias" para que lxs músicxs permanezcan por más tiempo en las ciudades ofreciendo varias fechas y participando en actividades formativas como talleres y conversatorios, etc. Todo un reposicionamiento del underground.

Vienen experiencias musicales híbridas

Las marcas de los patrocinadores seguirán buscando exposición y, en teoría, en estos tiempos, quienes no están asistiendo físicamente a un evento, son potenciales asistentes incluso al mismo evento pero virtualmente.

Como mencionamos al inicio, teniendo como referencia lo que marcas como Boiler Room han hecho, la sobredosis de transmisiones en vivo durante las casi dos cuarentenas que llevamos, ha dejado buenas y malas experiencias en términos técnicos, creativos, cualitativos y de alcance pero no cabe duda que vinieron para quedarse. Ya se habla de ofrecer contenidos digitales que anticipen, complementen y extiendan las experiencias físicas y, aunque es claro que la realidad virtual nunca reemplazará a la realidad presencial porque nunca podrá sustituir ni hacer sentir lo mismo que el contacto directo, la interactividad mediante interfaces tecnológicas muchas veces nos puede acercar más a la intimidad de nuestrxs ídolxs que comprando el boleto más caro e incluso nos podría hacer vivir la música multisensorialmente. Sí, hablamos de que el futuro de la música es su integración con la biotecnología pero mientras ese futuro llega, otro futuro ya está aquí: el de regresar a disfrutar y descubrir artistas sin tantos accesorios innecesarios y parafernalia que nos distraiga de lo importante.
*
Tres cuestiones dejaremos en el tintero: ¿Cómo será y cómo se configura una nueva normalidad? ¿Qué es y cómo es la nueva masividad? ¿Cómo se pasa de comunidad artística o musical a gremio de artistas o músicxs? (Esta última para que, cuando la pandemia vuelva, haya algo ¿una institución de artistas para artistas? que lxs represente y apoye económica y legalmente más allá de la coincidencia de sus identidades expresivas, de sus esfuerzos estéticos hasta para hacer merch o las migajas que les dejan las plataformas de streaming y las tiendas de música online.)

viernes, 8 de mayo de 2020

¡Mamá, yo quiero estar en una banda! (A propósito del nuevo álbum de Fora)


Ha de ser difícil formar una banda. Una banda de Rock. Yo nunca he estado en una pero he tenido la oportunidad de estar cerca de algunas. Parafraseando a un amigo que en estos días borró su Facebook e Instagram cuestionando si el coronavirus era real (guitarrista, por cierto), es difícil encontrar dos, tres, cuatro o las personas que sean necesarias y que compartan primero, la pasión por la música, o sea, el lugar que ocupa la música en sus vidas y segundo, el compromiso que requiere no solo escucharla, leerla, comprenderla y valorarla, sino crearla, procesarla y mantenerse creándola y ensayándola individualmente y no digamos colectivamente en armonía como para formar una banda hasta encontrar -o no- eso que lxs Artistas nombran “su sonido”. 

Difícil o no, los individuos a los que me voy a referir a continuación, coincidieron una tarde, en un bosque a las afueras de la ciudad. Si se conocían de antes, es probable. Pero más probable es que ahora se conozcan mejor. Desde aquella coincidencia, algunos se han ido, otros se han quedado, unos han venido, otros se han ido y regresado y así, quienes han buscado(se)han encontrado, cuatro años después,(en)el registro de un momento. Su perpetuidad. Hoy por hoy un álbum musical es eso: la perpetuación del registro sonoro de un momento (o sea de un fragmento de la línea infinita -o inexistente- de tiempo) en un espacio compartido y si es un disco, es la materialización de este registro. 

Pero este registro también es de colores, seguramente de los colores de aquella tarde que se ha repetido muchas veces desde entonces: azul oscuro (Luispe), verde musgo (Rudy), celeste (Javier) y rojo intenso (Sol); pues de estos colores es FORA, que en portugués significa “fuera”. Así estos Foráneos, que vinieron de muchos lugares, con sus memorias, historias, dolores e ilusiones entre sus equipajes, en un bosque a las afueras de esta ciudad, META los hizo encontrarse pero hasta hoy, cuatro años después, pueden escucharlo y verlo.

"Intriga" fue el primer sencillo de "Meta",
el álbum debut de la banda guatemalteca Fora.

Meta es la línea entre la pasión y la obsesión. Entre el deseo y la nostalgia. Por eso es que no se dejó ver ni escuchar antes. Porque Luispe, Rudy, Javier y Sol tenían que recorrerla primero. Y esta línea como sabemos, termina por recorrerse hacia dentro. Meta fue y es un objeto de introspección. Son cuarenta y ocho minutos de viaje al interior de una mente que podría ser la de cualquiera de nosotrxs. Cuarenta y ocho minutos de infinito.

En este viaje, las guitarras se apoderan de Javier y Luispe, el bajo de Sol y la batería de Rudy. La voz de Meta (que son las dos voces de Javier y Luispe) le canta a los recuerdos que quiere olvidar, a los instantes que anhela duraran más de un momento, a la claridad que se distorsiona, a la utopía de un día poder transcribir la belleza.

En todas las(diez)canciones el contraste de la voz bífida de Meta se ajusta -y a veces no- a cosas que desesperadamente no se saben y a una psicodelia enajenante. Como si Luispe y Javier lucharan por tratar de explicar que el mundo se está acabando, que lo único que importa es amar y ser amadx, que no hay más futuro que el segundo que amando y siendo amadx, se hace eterno. Cada uno (Luipe y Javier) compusieron cinco canciones cada uno. Cada uno es voz principal en las que compuso y guitarra melódica en las que compuso el otro. La batería de Rudy y el bajo de Sol son onmipresentes.


Con el tiempo, el álbum se convertirá en una METÁFORA: la de un grupo de amigos que escondieron su tesoro en un atardecer y todos los años se reúnen para hacer fogatas y jugar a buscarlo en un bosque a las afueras de la ciudad con la certeza de que unx siempre encuentra lo que busca, aunque no sepa exactamente qué es. ¿Quién no quisiera eso? ¡Mamá, yo quiero estar en una banda!

Escuchá Meta aquí: