domingo, 31 de diciembre de 2023

Top 20 - 2023

Lanzamientos favoritos de este año ordenados más o menos conforme fueron apareciendo en mi 2023.

Moenia y Javiera Mena - Fotonovela - Promotodo

Depeche Mode - Ghosts again - Venusnote

Tobias Bernstrup - Chiaroscuro - Tonight Records

DAMH (Ada y David Hasert) - Blacknight (Superpitcher Remix) - My Dear

Fantastic Twins  - When it fades (we fade) - My Dear

Brutalismus 3000 - Die liebe kommt nicht aus Berlin - Live From Earth

Fabio Me Llaman Soltero - Tlacoyo de la Escandón - Richmerch

Niebla - Mira tu ácido - Discos Páramo

Black Spuma (Lauer y Fabrizio Mammarella) - Obereggen - Permanent Vacation

Back From The Wave - Corrosive influences - Space Factory

a.s.o. (Alias Error y Tornado Wallace) - Love in the darkness - Low Lying Records

Nature Or Nurture (Nehuen & Ivy Barkakati) - Asuntos Humanos - NNN

Shouse y David Guetta - Live without love (Krystal Klear Remix)

Él Mató a un Policía Motorizado - Un segundo plan - Independiente

Natural Wonder Beauty Concept (Ana Roxanne y DJ Phyton) - Natural Wonder Beauty Concept - Mexican Summer

Alek Lee y Eden Atiya - Bonding - antinote

Passarani - Universale - Running Back

Verraco - How is this even possible? - Voam

Jordan Nocturne - Musique - Permanent Vacation

Vox Low - New place in town - Born Bad Records

Andy Martin - Better way of life (Regal 86 Remix) - Discos Movimiento

viernes, 22 de diciembre de 2023

¿Qué significa ser de aquí?

A propósito de la pregunta que nos convocó a participar del proyecto Ladridos (ladridos.net), escribí este texto:

Ser de aquí significa que hay algo o alguien de aquí que me da insumos para poder ser y sentirme perteneciente: una o varias cosmovisiones, una o varias lenguas, una o varias culturas, uno o varios sentidos existenciales. Ser de aquí, ahora, en este tiempo que convenimos llamar la realidad del presente es resistir a la tentación de creer que porque me represento performativizando un avatar virtualmente en mi cotidianidad puedo ser de allá o de cualquier otro lugar. Ser de aquí es asimilar que la disolución de las categorías de espacio y materialidad es una narrativa de los dueños de los cables submarinos y de las antenas que conectan al mundo y de las apps que afectan nuestra percepción y sensibilidad pretendiendo homogenizarnos y estandarizarnos reduciendo nuestra producción cultural a monoculturas de pensamiento cultivadas por algoritmos. Ser de aquí, de un territorio donde habitan pueblos para los que no existe la palabra frontera y, al mismo tiempo, requerir de identificarse con una nacionalidad, renovar pasaporte, visa y residencia cada cierto tiempo para poder continuar aquí, no deja de ser una paradoja que heredamos de un pasado sangriento. Pero soy de aquí porque existe el allá. Soy de aquí en la medida que mis pies sigan aquí. El día que me mueva para allá, seré de allá pero no dejaré de ser de aquí porque, en el relieve de la tierra, un punto de vista es solo la vista desde un punto y mis pies unen puntos cuando caminan dibujando el aquí. Un aquí disputado territorial y narrativamente más que nunca en la historia. Un aquí donde estamos viendo caer monumentos pero donde quienes escriben en la historia siguen siendo los mismos. Un aquí donde se recortan los presupuestos para salud y educación para dárselos a quienes dicen defender los intereses de las naciones. Un aquí donde quienes han resistido a la imposición de una historia única y oficial por más de quinientos años siguen siguen siendo excluidxs, marginalizadxs, oprimidxs, reprimidxs y suprimidxs. Ser de aquí, de donde yo soy, es asimilar que el costo de que tus ojos puedan ver, es que verán cosas que no les van a gustar, que los oídos no tienen párpados, que poder decidir qué escuchar es un privilegio, que la responsabilidad de luchar es directamente proporcional al privilegio y que quien la evade, termina por aburrirse. Ser de aquí es asumir la creatividad como tensionadora de la categoría de arte y al arte como una posibilidad cada vez más diversa, híbrida y transdisciplinaria de producir shocks-grietas-interrupciones y atentar contra la construcción del muro del falso sujeto universal al que todas las alteridades deben aspirar a ser. Para construir un mejor aquí, hay que descolonizarse pero, ser de aquí, es asimilar, también, que la colonialidad interna es una piedra que podemos llevar todo el viaje en nuestros equipajes sin siquiera darnos cuenta de lo que pesa. Aún así, nuestro norte seguirá siendo el sur porque ser de aquí es morir una y otra vez en el intento de ser guardia de la esperanza de que un día ese intento logre un milagro.

martes, 5 de diciembre de 2023

#ItsNOTallAboutMusicRecomienda: "Age of aquarius", el nuevo EP de Andy Martin en Discos Movimiento

Andy Martin lo hizo de nuevo. Antes, durante y después de sus tiempos en Items & Things el mexicano ha sabido mantenerse en la vanguardia del sonido dub & minimal techno de Latinoamérica. Hace un año publicó el EP "Revolution" en colaboración con la leyenda Lee "Scratch" Perry en su disquera Mole Audio, antes un álbum ambient titulado "The Language of sound" y después otro para la pista de baile titulado "Antiguos Astronautas". En octubre de este año estaba en el cartel de Boiler Room México con Verraco, entre otros, y hace unos días publicó en Discos Movimiento su nuevo EP "Age of aquarius".

Compuesto por tres tracks originales: "Age of aquarius", "Better way of life" y "Sonic revolution", el de León, Guanajuato propone una fórmula análoga y soulful a la que DJ Rolando aka The Mystic Aztec (sí, el autor del clásico del sello Underground Resistance "Jaguar") le sube de beats y bajos por minuto para llevar su remix al segundo track al ritmo de una noche deep house en la ciudad (¿Detroit?), mientras que Regal 86 hace lo suyo en  clave de drum & nortechno en su remix al tercer track. Una joya de EP que no puede pasar desapercibida. Escuchalo aquí:

domingo, 3 de diciembre de 2023

When the music is your special friend: Tres semanas perdido y encontrado en Argentina con Boy Harsher, The Cure, Paul Oakenfold, Pet Shop Boys, The Blessed Madonna y más

Atardecer en Buenos Aires desde el carro camino al segundo día del Primavera Sound.

I

Hace una semana estaba en medio de cincuenta mil personas. Hoy estoy solo en mi cuarto.

Comencé a escribir esto hace una semana y una semana después lo retomo. Ha sido una semana que he sentido relativamente rápida: el lunes estaba en Buenos Aires, el martes volé para Puerto Iguazú y el miércoles amanecí en Foz para mi clase de Guaraní II. El jueves pasé todo el día recuperándome de la borrachera de despedida que me coloqué el miércoles. Me despedí de una vez porque en una semana me voy de nuevo: regreso por cuarto año consecutivo a Guatemala para volver a Brasil en febrero. Apago por un momento el aire acondicionando que encendí porque el sol me viene siguiendo: después de tres semanas en Argentina en las que solo llovió dos días, me encuentro de vuelta en el cuarto del antiguo hotel en Foz do Iguaçu donde viví este año. Estamos alrededor de los cuarenta grados. Un calor que aproveché para lavar ropa desde el viernes y que obviamente me recuerda a los cuarenta y siete grados que me recibieron hace casi cuatro años cuando llegué a Sudamérica por Asunción del Paraguay. Sí, aquellos cuatro años en Brasil que cuando me dieron la noticia de que vendría me parecían largos, casi como una eternidad, han pasado y sí, con pandemia y todo de por medio, he hecho lo que he tenido que hacer, lo que he querido hacer, lo que he podido hacer y lo he hecho de la manera que he sabido e he ido aprendiendo a hacerlo. Muestra de eso es lo vivido musicalmente las últimas tres semanas.

Boy Harsher una noche de noviembre en Niceto Club. Foto propia.

II

De cuando la música es tu morfina: Boy Harsher en Niceto Club

Llegué, por cuarta vez a Buenos Aires, el miércoles 8 de noviembre, una semana antes de lo previsto para celebrar la defensa aprobada de mi tesis y mi cumpleaños porque de última hora, antes de irme a Porto Alegre para la despedida de Roger Waters, me enteré del show de Boy Harsher el 9 de noviembre en Club Niceto y era la oportunidad de cerrar uno de los varios ciclos que se cerrarían en este viaje: en 2022 proyectamos su película "The Runner" en Guatemala y porque su música fue el soundtrack de tres o cuatro años de mi vida antes de lanzarme en caída libre al Sur. La música en mi vida es así: me hace viajar metafórica y literalmente. Llegué, entonces, a la última cama, del último hostal del micro centro de Buenos Aires que encontré porque la ciudad estaba repleta de swifties por los tres shows que daría la también estadounidense Taylor Swift en la ciudad. Como la fiesta es el pre, esa misma noche me fui al Avant Garden a escuchar a Raphael Carrau una selección de vinilos muy interesante y bailable.

Al día siguiente, jueves, sabiendo de la cuantiosa cultura musical sudamericana, me fui desde la tarde a las afueras del Niceto donde ya una fila de personas vestidas de negro le daba vuelta a la calle: el año pasado el show de Boy Harsher en el Primavera Sound Buenos Aires había sido cancelado por la lluvia y el año de por medio había multiplicado la cantidad de fans que esperaban su primera presentación en Argentina. Aproveché la fila para tomarme un par de cervezas y escuchar un par de conversaciones ajenas mientras fumaba algo hasta que entré y me fui directo al lado izquierdo de la pista donde se encontraba una de las barras: lo que al inicio fue un pequeño paraíso personal donde tuve espacio para bailar "Candy Walls" de TR/ST que salía del sistema de sonido del club, en la medida que la noche fue avanzando y el club se fue llenando también se fue convirtiendo en un auténtico infierno a la hora de ir al baño o comprar otra cerveza. Mucha gente ¿más de mil? y poco espacio así que a punta de baile tuve que hacerme de un lugar en la pista. La apertura estuvo a cargo del dúo cold wave/body music local Balvanera que, acompañados del sonido del club, prendieron la pista con canciones como "Gleams"  y "Rust" de su último álbum "Courses of Action" lanzado en 2021 por DKA Records. Vi a Gus de Boy Harsher grabándoles desde el balcón donde también vi a Jae viéndome. El nivel es tal que están en el cartel del Cruel Festival 2024 en California.

Si dividiera el main event del dúo dark wave/electro pop norteamericano en tres partes, de la primera me llevaría "Morphine": las nubes de humo flotando en el ambiente coloreadas por luces que iban del azul al fuscia, los juegos con la respiración como quien saca la cabeza del carro en la autopista para susurrarle al viento de la vocalista Jae Matthews entre los elegantes sonidos sintetizados de las máquinas manipuladas por Augustus Muller uff... mi canción favorita y en vivo simplemente me derretí. De la segunda parte me llevo ese juego con el laser rojo entre luces azules en medio del beat tenso pero trepidantemente sexual de "Westeners" seguido de "Come closer" y que solo sería sometido por una de las joyas de la banda sonora de su película The Runner, me refiero a la dramática "Tower". También su cover de "Wicked game" de Chris Isaak estuvo lindo (por no decir romántico). De la tercera parte me llevo la empática en nota de despedida de "I understand", todo esto antecedido por la constatación de la fantasmagórica poeta y vocalista Matthews de que "tocan música para bailar así que era hora de hacerlo" y vaya si no: al contrario de algunas de su presentaciones en Estados Unidos, la pista de baile de la capital argentina saltaba y formaba olas de movimiento que impedían la estabilidad de las cámaras de los teléfonos pero que entre los sintetizadores, percusiones y líneas de bajo de un tímido exhibicionista Muller, el humo, las luces y el súper sonido del club palermitano inmortalizaban uno de mis mejores momentos del año musicalmente hablando, como si se tratara de una película que solo la memoria cerebral de quienes estuvimos ahí podrá reproducir.

Aunque, temas clásicos como "Fate", "Tears", "L.A." y "Pain" también fueron parte de las trece canciones interpretadas por el dúo durante la noche (las otras serían "Keep driving", "Give me a reason" al inicio y "Modulations" al final) para un fan desde el inicio de la banda como yo, hicieron falta temas como "Spell", "Lost", "Motion", "Send me a vision", "Escape", entre otras, imposibles de abarcar en un show de alrededor de una hora. Tomará esperar para vivir la secuela extendida de la película de la que hablaremos por siempre.

Una pintura que encontré en uno de los alojamientos donde me hospedé.
El autor es Fabián Gioino, pintor cordobés.

III

La vida es un gran hostel

De tanta gente que entra y sale que va y viene a veces pienso que la vida es un gran hostal donde por un momento conectás con gente que al día siguiente tiene que irse entonces lo importante es aprender a vivir ese y cada momento porque al final todxs siempre estamos yéndonos.

Al día siguiente del show de Boy Harsher llovió pero conocí a Mike, un compa de los Estados Unidos, uno de esos gringos conscientes del papel que ha jugado su país en la historia mundial y dispuesto a escuchar, a entender y a aprender, en conclusión: uno de esos gringos que quiebran la inercia de tus prejuicios. Él no tenía plan y yo tenía todos los planes así que nos llevamos bien. Nos fuimos a escuchar a Demi Riquisimo a una fiesta que se llamaba Deseo. Eso fue el viernes. El sábado -ya instalados en otro lugar- fuimos a un open air que se llamaba Delirio en una plaza curiosamente llamada República Federativa do Brasil. Entre el domingo y el miércoles prácticamente nos dedicamos a descansar, comer, beber, platicar y escuchar música aunque también fuimos al Museo de la Inmigración y al Museo de la Universidad Tres de Febrero. 

Durante una de las tantas caminatas durante el corto tiempo compartido (en el que aproveché a practicar mi inglés) le pregunté a Mike sobre su soltería y me respondió contándome una historia de esas que marcan y que le dan sentido al viaje: me contó como su novia caminó desierto adentro sin agua, comida, ni celular, desapareció y su cuerpo fue encontrado tiempo después. No le quise preguntar mucho, es más, creo no le pregunté nada cuando me lo contó. Apenas pude parar de caminar, voltearlo a ver y decirle wtf? Y lo dejo aquí registrado como una ofrenda a la chica pues sé su nombre, su historia viajará conmigo y espero escribir algo mejor y más digno más adelante. Una de las últimas noches que compartimos unas cervezas, humos y músicas en un parque abajo de unos árboles gigantes Mike me leyó su poema favorito: "Black rook in rainy wheater" de Sylvia Plath. También viajará conmigo.

IV

¿Qué sería viajar sin las personas, sus historias y sus sueños?

Tras una semana en Buenos Aires me fui a Córdoba, donde también me dediqué a descansar, comer y beber aunque ahora sin Mike que viajaría de regreso a los US. También me divertí mucho, cuando mi querido Uruguay le ganó a la Argentina campeona del mundo, en medio de varios chicos buena onda que trabajaban en la fábrica de la cerveza que vendían en el bar que me encontraba y que, sin saber que era mi cumpleaños, me invitaron a varias rondas. Aproveché a conocer un club local llamado Europa y sin querer ser recíproco ¿o sí? invité a dos parejas que conocí el sábado antes de las elecciones al apartamento donde me estaba quedando para conversar y escuchar música hasta el amanecer y más allá. No recuerdo el nombre de ninguno de lxs cuatro chicxs, tampoco creo que nos volvamos a ver pero lo que me contaron de ellxs, de lo que hacían y de lo que deseaban nunca lo olvidaré. En Córdoba también conocí a Sofi quien, además de ayudarme a conseguir mis flores, me acompañó a cenar ramen. Algo que a ella entre que le daba risa y le parecía extraño pero que para mí era fuera de la rutina porque me he acostumbrado a cenar solo. La abuelita de Sofi que había fallecido un mes antes de alguna manera se hizo presente en nuestra plática así que aproveché a compartirle algo de mi tesis sobre las mediaciones transculturales de las concepciones mayas de muerte (como transformación) en la poesía de Luis de Lión y ella me compartió algo de sus procesos creativos. Al final de nuestra conversación sentí como si recordara la infinitud del ser, la visibilidad de lo esencial exclusiva de los ojos del corazón y el dolor como materia prima de la creatividad.

Robert Smith durante la presentación de The Cure en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

V

La música suena para siempre: Primavera Sound 2023 + Pacha

Regresé a Buenos Aires una semana después y luego de instalarme y comerme un choripán, volví al Avant Garden a escuchar a la residente local Ana Hagen. Al día siguiente -jueves- fui a un festival de diseño gráfico en la Ciudad Cultural Konex donde se presentó Balvanera (sí, la misma que le abrió a Boy Harsher) y el viernes descansé porque sabía que lo que vendría el fin de semana sería intenso: dos días de Primavera Sound y Pacha Festival en medio.

Desde que compré mi entrada para el Primavera en junio estando en Buenos Aires sabía que iba por ciertos actos específicos: Richard Coleman, Él mató a un policía motorizado y The Cure el sábado 25 de noviembre y Virus, Pet Shop Boys y The Blessed Madonna el domingo 26 de noviembre, así que no me estresé mucho con llegar temprano: además de la alta temperatura que por momentos iluminaba la tierra que se suspendía al paso de los asistentes en el Parque Sarmiento, el festival gestionó la venta y compra de bebidas y alimentos por medio de un sistema cashless que provocó las filas que no hubo en la entrada al venue que fue bastante fluida a pesar de la cantidad de gente que llegó (principalmente el primer día por la banda de Robert Smith).

De la presentación de Coleman destaco su versión de "Heroes" de David Bowie y también su interpretación de "Hombre al agua" de Soda Stereo que le dedicó a Gustavo Cerati (momento en que un pájaro se posó sobre el escenario). Durante las dos tardes se escucharon tributos de artistas locales a Charly García que cantaron hits como "Rezo por vos" (Conociendo Rusia) y "Nos siguen pegando abajo" (Dillom). De la presentación de Él mató a un policía motorizado resalto la canción "Un segundo plan" de su nuevo álbum "Súper Terror" y la dedicatoria a Robert Smith (que se estaba preparando detrás del escenario) de la canción "Él Tesoro". ¿Qué decir de la presentación de The Cure? Tenían más de diez años de actuar en Argentina y cincuenta mil de sus fans respondieron: daba miedo estar demasiado cerca del escenario y no poder salir. Diez o quince minutos de sonido de lluvia de antesala. Casi treinta canciones, más de dos horas y media de show, la voz de Smith intacta por más de cuatro décadas. Momentos especiales sin duda fueron la primera canción "Alone" (de su próximo álbum) y "A forest" pues presencié el show abajo de un árbol gigante. Otros clásicos como "Pictures of you", "Lovesong", "Fascination Street", "Just like heaven", "Desintegration", "Lullaby", "Friday I'm in love" o "Boys don't cry" no hicieron falta.

Paul Oakenfold en el Club Pacha. Foto propia.

Salí del parque con una lluvia de aplausos y un Smith conmovido prometiendo volver a mis espaldas rumbo al festival de celebración de los veinticinco años del legendario club porteño Pacha. Durante todo el día comí pero comí mal así que intenté comerme un churrasquito antes de entrar. Tanto en el Primavera como en Pacha me di cuenta que lxs argentinxs hacen fila por gusto: vi a varias personas parándose atrás de otras sin preguntar para qué era la fila mientras otros baños u otras entradas o salidas estaban habilitadas. Entré y en la pista del Outdoor Stage era imposible bailar mientras tocaba Guy Gerber así que subí al club donde Fiona Kraft hizo lo propio para entregarle la cabina a un Paul Oakenfold que ofreció un viaje por la música electrónica al entonar himnos como "Insomnia" de Faithless, "Traffic" de Tiësto y de su propia autoría como "Southern sun", entre otros, así como nuevos clásicos como el remix de Hernán Cattaneo a "En la ciudad de la furia" de Soda Stereo. Pude saludarlo y decirle que lo había escuchado en Guatemala hace diez años. Para desayunar, digo, para finalizar la jornada salí a escuchar un poco de Jamie Jones que había calentaba la transición de la noche hacia el amanecer con tracks como "El sucu tucu" de Matías Aguayo.

Chris Lowe durante la presentación de los Pet Shop Boys
en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.
 
Neil Tennant durante la presentación de los Pet Shop Boys
en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

Ya el domingo no llegué a Virus porque era muy temprano, preferí descansar y comer para no repetir el error del día anterior, así que llegué a tomarme una o dos cervezas antes de los Pet Shop Boys empezaran su número. La aparición de una bandera de Ucrania previa al show contrastó con la ausencia de una de Palestina y debo decir que al inicio me parece que los ingleses sonaron mal, como que solo hasta que comenzó Blur (uno de los proyectos de Damon Albarn de Gorillaz) en el escenario de a la par, la organización desplegó el potencial del sistema de sonido para que los de Londres repasaran algunos de los mayores éxitos de su discografía: "Can you forgive her?", "Opportunities", "Where the streets have no name", "Rent", "Left my own devices", "Domino Dancing" (que todo mundo cantó), "Love comes quickly", "Paninaro", "You were always on my mind", "Heart", "It's all right", "Vocal", "It's a sin", "West end girls" y "Being boring", entre otras. Una hora y media de presentación acompañada de visuales y banda en vivo en la que Neil Tennant en los vocales y Chris Lowe en los teclados pusieron a todo mundo a bailar. Quienes queríamos más fuimos a cerrar el festival con el set de la estrella del chicago house The Blessed Madonna que me dio la impresión fue cortado para darle prioridad a la banda de Albarn.

The Blessed Madonna durante su presentación en el Primavera Sound Buenos Aires 2023. Foto propia.

VI

Una imagen previa a partir de nuevo

¿Cómo repetir unas vacaciones, una noche, un momento? En su novela "La invención de Morel". Adolfo Bioy Casares presenta entre líneas una ilustración del fortleben de Walter Benjamin, del afterlife, de la vida después de la muerte. Y lo hace mediante una imagen en movimiento que se reproduce una y otra vez haciendo interactuar al protagonista (que se encuentra aparentemente solo en una isla) con esta representación hasta que se da cuenta de que se trata de una escena que se proyecta en el presente (y por lo tanto afecta el futuro) pero que ya pasó. Este artificio de Casares es una muestra de la capacidad y la potencia que tiene la reproducción del registro documental (audiovisual, literal o en cualquier lenguaje) como una tecnología sankófica: que rememora el pasado (en el presente) para comprender el futuro.

Así, me encuentro de vuelta en el apartamento en Cordoba, un poco con los sentimientos encontrados porque ya me voy y no sé si volveré. Mientras escribo esto suena "Time" en el sistema de sonido casero que curiosamente ahora sí pude conectar después de que en la fiestita que hice. La música siempre me acompaña, encontré dos discos de Pink Floyd: The Wall y Dark side of the moon. Volteo a ver y en el balcón miro la camisa que traje de Uruguay secándose desde el séptimo piso con un calor de casi treinta y cinco grados. Pienso en todo lo que he viajado estos cuatro años en Sudamérica pero también aquellos cuatro años en Mesoamérica, a toda la gente que he conocido, las historias que he escuchado. Suena "Goodbye blue sky" y las aves vuelan afuera de la ventana de la sala del apartamento. Pienso que a veces conocer no es ir a los lugares turísticos de una ciudad, es detenerse y contemplar, desde otro punto de vista, cómo la temperatura del viento afecta a quienes caminan por la calle. Este viaje fue para seguir aprendiendo a vivir y a soltar el momento de sincronicidad que vivimos con cada persona en el viaje de la vida. Otro viaje dentro del viaje dentro del viaje que solo puedo agradecer. Como dice la canción de los Doors: la música es tu amiga especial, baila en llamas como pretende, hasta el final.