viernes, 22 de diciembre de 2023

¿Qué significa ser de aquí?

A propósito de la pregunta que nos convocó a participar del proyecto Ladridos (ladridos.net), escribí este texto:

Ser de aquí significa que hay algo o alguien de aquí que me da insumos para poder ser y sentirme perteneciente: una o varias cosmovisiones, una o varias lenguas, una o varias culturas, uno o varios sentidos existenciales. Ser de aquí, ahora, en este tiempo que convenimos llamar la realidad del presente es resistir a la tentación de creer que porque me represento performativizando un avatar virtualmente en mi cotidianidad puedo ser de allá o de cualquier otro lugar. Ser de aquí es asimilar que la disolución de las categorías de espacio y materialidad es una narrativa de los dueños de los cables submarinos y de las antenas que conectan al mundo y de las apps que afectan nuestra percepción y sensibilidad pretendiendo homogenizarnos y estandarizarnos reduciendo nuestra producción cultural a monoculturas de pensamiento cultivadas por algoritmos. Ser de aquí, de un territorio donde habitan pueblos para los que no existe la palabra frontera y, al mismo tiempo, requerir de identificarse con una nacionalidad, renovar pasaporte, visa y residencia cada cierto tiempo para poder continuar aquí, no deja de ser una paradoja que heredamos de un pasado sangriento. Pero soy de aquí porque existe el allá. Soy de aquí en la medida que mis pies sigan aquí. El día que me mueva para allá, seré de allá pero no dejaré de ser de aquí porque, en el relieve de la tierra, un punto de vista es solo la vista desde un punto y mis pies unen puntos cuando caminan dibujando el aquí. Un aquí disputado territorial y narrativamente más que nunca en la historia. Un aquí donde estamos viendo caer monumentos pero donde quienes escriben en la historia siguen siendo los mismos. Un aquí donde se recortan los presupuestos para salud y educación para dárselos a quienes dicen defender los intereses de las naciones. Un aquí donde quienes han resistido a la imposición de una historia única y oficial por más de quinientos años siguen siguen siendo excluidxs, marginalizadxs, oprimidxs, reprimidxs y suprimidxs. Ser de aquí, de donde yo soy, es asimilar que el costo de que tus ojos puedan ver, es que verán cosas que no les van a gustar, que los oídos no tienen párpados, que poder decidir qué escuchar es un privilegio, que la responsabilidad de luchar es directamente proporcional al privilegio y que quien la evade, termina por aburrirse. Ser de aquí es asumir la creatividad como tensionadora de la categoría de arte y al arte como una posibilidad cada vez más diversa, híbrida y transdisciplinaria de producir shocks-grietas-interrupciones y atentar contra la construcción del muro del falso sujeto universal al que todas las alteridades deben aspirar a ser. Para construir un mejor aquí, hay que descolonizarse pero, ser de aquí, es asimilar, también, que la colonialidad interna es una piedra que podemos llevar todo el viaje en nuestros equipajes sin siquiera darnos cuenta de lo que pesa. Aún así, nuestro norte seguirá siendo el sur porque ser de aquí es morir una y otra vez en el intento de ser guardia de la esperanza de que un día ese intento logre un milagro.

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