miércoles, 26 de julio de 2023

Consumiendo local

A pesar de la montaña rusa de emociones que he estado viviendo las últimas semanas, he tenido la oportunidad de perderme en pistas de baile de varias ciudades sudamericanas: São Paulo (ODD), Rio de Janeiro (Domply), Buenos Aires (CASo, Artlab, Under Club, Avant Garden), Montevideo (Formato, Phonoteque) y, el último finde, a Eldorado, una ciudad de Misiones, en el norte de Argentina. Algo que sólo puedo agradecer.

Había comprado un combo que incluía el transporte ida y vuelta más la entrada a la fiesta que al final no pudo ser. Pero como uno es necio e intenso y curioso y eléctrico, a las seis y veinte de la tarde del sábado salí de mi cuarto caminando a una de las terminales de buses de Foz para averiguar a qué hora y dónde paraba el bus que cruzaba de Brasil a Puerto Iguazú. Le pregunté a un compa que estaba fumando y me informó que pasaría a las siete y media en la parada donde, en lo que yo iba un par de cervezas, él tomaría su guitarra y se pondría a cantar una canción colombiana (porque había una pareja de un colombiano y un español en la parada).

A las siete y media en punto paró el bus y a las ocho y veinte, tras pasar por migración argentina, yo ya estaba en la terminal de Puerto Iguazú. Enfrente de un bus que se llamaba El Cometa nos encontramos con Paula. Obvio iba a reconocerla aunque no me hubiera enviado una foto suya antes: Paula iba vestida como una gitana industrial, en la frente llevaba dibujado un caracol y en la espalda otro en forma de sol. Ahora que escribo esto pienso en que para los mayas el caracol es una representación del cero, que para ellos no es sinónimo de nada como en occidente sino el principio, el origen de algo. No recuerdo si se lo conté. Lo cierto es que llegamos juntos a Eldorado y a la fiesta.

Fue el capítulo cinco de Limbo, un ciclo de fiestas en Eldorado que acontencía en Ilex Fab, un centro cultural en una fábrica escondida en medio de la calma de la ciudad y que temblaba con el sonido en medio de la noche. Me enteré gracias a Pau Witz, fotógrafa y artista visual, a quien conocí primero por Instagram y después en la 0db (otro ciclo de fiestas de la triple frontera) en mi búsqueda por referencias de esta escena. Como invitados estuvieron el colectivo paraguayo Orbe de quien resalto las notas dark disco y progressive del DJ Sabs Krebaer. Y siempre vale la pena dejar registrado lo manija de lxs más de doscientos asistentes y lo diverso de los acentos, los contextos y la personalidad del idioma español y lxs nacidxs en Argentina.

También me llamó la atención el uso de grupos de WhatsApp para fortalecer sentido de pertenencia a una comunidad, en este caso la que se va conformando entre quienes van asistiendo a un ciclo de fiestas recurrentes. Como venían de diferentes lugares, en estos grupos se compartían información de buses y se ayudaban a llegar a la fiesta. Parabéns.

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