domingo, 23 de noviembre de 2025

De cuando la música te hace moverte: recordando al Gonzo con un track de Jimpster

Jimpster en Studios du Rhin, Estrasburgo. Foto propia.

Tenía ganas de escribir algo y supongo que para algo sirve este blog. Hoy hace cinco años murió el Gonzo. Eso es más que el tiempo que convivimos pero estas letras son evidencia de que lo nuestro, esa complicidad en una búsqueda perpetua, inquieta y creativa, sigue viva. Hace unas semanas me subí a un bus para cruzar el río que divide a Alemania y Francia para asistir a la presentación del DJ y productor inglés Jimpster que sé que le gustaba al Gonzo.

La vida me lleva/trae cerca de fronteras, de fronteras fluviales, de ríos. En Brasil era el Río Paraná y aquí el Rin. Y justo por esos días había estado leyendo el cuento A terceira margem do rio de João Guimarães Rosa en el que el padre del narrador "se retira" (deja a su familia y su vida en sociedad) para vivir indefinidamente en una canoa sobre un río sin dar razones.

Como perdí el bus que originalmente iba a tomar, llegué tarde a Estrasburgo. Así que apenas llegué a la estación de buses, me fui al hotel para cambiarme y salir rumbo a los Studios du Rhin donde uno de los fundadores de Freerange Records amenizaría la noche producida por el Festival Contretemps.

Gonzo en su programa de radio en 2016. Foto: Danzón Pérez Facebook

Localizado entre bodegas cubiertas por neblina, el venue era una excepción a la desolación y el frío de la noche que se percibía en los alrededores del lugar. Cuando llegué faltaba poco para que Jamie Odell entrara a la cabina y subiera la temperatura de la pista de baile por más de tres horas a punta de house, deep house, disco y tambores tribales.

En un momento de cercanía, me atreví a pedirle uno de sus tracks: Jimpster - English rose, que el Gonzo solía poner en su programa de radio en Guatemala los viernes por la noche. Casi de inmediato el también autor de "Roller girl" la mezcló con la velocidad de los beats por minuto más rápida de lo normal, me miro como diciéndome "esta es para ti" y yo me entregué al track. Apenas grabé porque supongo que fue mi manera de honrar la memoria del Gonzo.

La tercera margen del río en el cuento de João Guimarães Rosa representa un espacio simbólico y existencial: no es una ribera física, sino un entre-mundo, una zona liminal donde el padre del narrador decide habitar en soledad, separado de los demás y de las convenciones sociales. Al quedarse siempre dentro de la canoa, nunca toma tierra de ninguna de las dos riberas, así que la “tercera margen” es ese espacio imposible, ambiguo, fuera de toda lógica habitual: ni aquí ni allá, ni vida ni muerte, ni pertenencia ni rechazo total.

La música no se trata solo de música. English rose no es solo un track de Jimpster, es un medio que sirve de conexión entre el Gonzo y yo, un artefacto que crea un cronotopo especial, acaso como la canoa que conecta al personaje del cuento con el río. Cuando este track suena, el Gonzo está presente. Y cuando lo escucho y lo bailo, sé que él está contento porque nuestro fuego sigue encendido. Pienso que cada viaje, por corto que sea, es toda una vida; y por lo tanto una muerte, acaso como los ciclos que se cierran para que otros se abran. Salú Jose!


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jueves, 20 de noviembre de 2025

Tobias Bernstrup in Berlin 141125 (+playlist!)

Tobias Bernstrup en Urban Spree, Berlin, noviembre 2025. Foto propia.

El músico y artista visual Tobias Bernstrup se presentó en Berlín el viernes de la semana pasada como parte del line up de la fiesta de lanzamiento del nuevo EP de Alpha Sect en Crave Tapes en el que participó con un remix. Estuvimos ahí para contarlo.

Tras un viaje de casi diez horas combinando bus, carro y tren, desde Tübingen hasta la capital alemana; y una caminata de casi una hora desde el hostel hasta el venue, el Urban Spree, en una noche oscura y fría, ni la lluvia ni los charcos ni mi pantalón manchado de lodo pudieron impedir quitarnos la gana de presenciar y bailar el acto en vivo de un músico al que le hemos venido siguiendo el sonido.

Venerado como un ícono del Hi-NRG y del Italo Disco en México, el sueco publicó -bajo Nadanna Records- en agosto su séptimo álbum titulado Shadow Dancer que incluye singles como "Jackie 60" y "Chiaroscuro" versión original y Kendal remix pero también potentes tracks como "Under heavy strobe light", "And the smile" y "Breakout".

Salir con algo que difumine o cruce las líneas que encasillan géneros, ya sean sexuales o musicales, es parte de la propuesta estética de este artista. Antecedido por el live act local Tommy Countach que se permitió covers de Visage - Fade to gray y Real Life - Send me an angel y alrededor de la media noche, en medio de humo, luces rojas y blancas y su nuevo track "The sign of the cross" de fondo, el autor de "27", "Videodrome (junto a Trans X)", "Orrendamente solo" y "Midnight in the city" subió al escenario vistiendo uno de sus característicos andróginos y góticos atuendos para entregar poco más de una hora de un performance que incluyó una muestra de canciones lo suficientemente representativa de una ya larga discografía forjada por más de trés décadas.

Invitó al público a bailar abriendo en clave de synth pop con "Chiaroscuro", "Private Eye" y "Jackie 60". Le bajó a las revoluciones con "Doesn't matter" solo para volverle a subir con "Stranger", "Only one" y "Nylon". En un momento más dark wave y reflexivo cantó "Utopia", "Enemies of the earth" y, tras afirmar que no le gustaban las guerras, volvió al tono de fiesta con "Midnight blue", "Into the abyss" y "Shadow dancer".

Por ahí de la una de la mañana bajó del escenario solo para regresar a complacer a los más de cien asistentes con su remix de Alpha Sect - Felt Her Knife y, como no, la versión original y el laser mix de "27". Aprovechando que tuvimos acceso al setlist firmado por Tobias, elaboramos una playlist para revivir esa noche:

lunes, 29 de septiembre de 2025

Tracks: The Chronics - Silent voltage (Bipolar Disorder Records)

Como parte del primer V.A. de la disquera basada en Genova, Bipolar Disorder Records, The Chronics publicó "Silent voltage", un track que podría ser el indicio de un palimpsesto sonoro que lo está posicionando como un nombre a prestarle atención en la escena techno.

El proyecto del Jules Auderset, que recientemente marcó presencia en el line up de la fiesta de 18 años Club Renate de Berlín y que próximamente compartirá con Klangkuenstler en su natal Suiza, no es un completo desconocido para esta redacción: Ya habíamos degustado algo de su sonido en la presentación de Miss Kittin en Buenos Aires que incluyó en su setlist ese delicioso track llamado "This is not a love song" con autoría firmada por The Chronics.

Empleando una fórmula que combina kicks diseñados para que retumben en espacios grandes, bajos propios del techno industrial, interludios enigmáticos mediante teclados y pads moldeados para darle profundidad a la textura melódica del track (que aquí lo calificaríamos de aerodinámico en el sentido de hecho para hacerte volar en la pista), "Silent voltage" es uno de esos tracks que suenan al final de la fiesta cuando todavía no querés que se termine. Escuchalo aquí:

lunes, 22 de septiembre de 2025

Un domingo de agosto abriendo las ventanas del alma en el Berghain/Panorama Bar de Berlín

Una mañana soleada arribando al "templo" de la música electrónica
de la capital alemana. Foto propia.

Ahí iba yo: alrededor de las diez de la mañana de un domingo de verano en Berlín sin nada más que yo mismo, lo que soy y lo que tengo: esta piel, esta mente, este corazón, este religare (que me gustaría pensar he venido personalizando, si es que es posible) estas historias y estos intentos, cruzando el Oderbaumbrücke sobre el Río Spree. Iba descansado sin haber salido la noche anterior, bañado, vestido, desayunado y, tras una caminata de casi una hora de calentamiento desde el hostel, listo para el Berghain/Panorama Bar como quien va a misa. Cuando llegué, había una fila de menos de quince personas delante de mí entre los tubos de la entrada. Vi como les bouncers, una chica afro y un hombre con una gorra de los New York Yankees, le negaron el ingreso a varias personas. Yo estaba nervioso, tengo que reconocerlo, había escuchado y leído tantas cosas sobre este club que un rechazo en la entrada era un golpe a mi lastimado ego y era para dejarme pensando si todavía valía la pena seguir participando en una suerte de escena global de música electrónica como raver y periodista independiente. Ese era el nivel de relevancia personal en juego y por supuesto que iba solo y sin estar en la lista de invitados: era el Berghain/Panorama Bar, personificado en su filtro humano de ingreso, o sea, les bouncers y yo. Era mi destino y yo. Mi camino y yo. Mi suerte y yo. Todo o nada.

Llevaba gafas de sol puestas pero cuando llegó mi turno de ser "juzgado" en la puerta, me las quité. Curiosamente, la chica me preguntó -en inglés- si todo estaba bien conmigo. No sé si me lo preguntó porque el delineador que me había puesto en los ojos le agregaba cierto drama y profundidad a mi mirada -que yo performatizaba seria y directa como cuando uno pasa por el control de seguridad en los aeropuertos- pero solo le respondí que sí. El man de la gorra de los Yankees me preguntó si solo era yo, a lo que le respondí con un gesto medio abriendo los brazos y medio volteando a ver a mi alrededor como diciéndole: ¿mirás a alguien más a la par mía?, me vio a los ojos y supongo que es en la mirada, en un punto que los bouncers aprenden a reconocer con el tiempo, que saben tanto quién necesita, como quien podrá tolerar lo que ocurre adentro del club. Y, aunque ningún sistema de seguridad es infalible, y hasta a les bouncers del BH/PB se les filtran personas que solo entran de mirones a husmear e incomodar lo que pasa adentro, "the eyes, chico, they never lie": en los pocos segundos que duró nuestro cara a cara, pude percibir que, muy sutilmente y de difícil percepción, hubo algo que se quebró en su mirada, no sé exactamente qué fue (o tal vez sí: me vio a los ojos, y al verlos, supo que estaba frente a alguien que estaba sobreviviendo a una guerra interior), lo cierto es que solo sonrió y con la cabeza me hizo un gesto para que ingresara. Entré, como quien se prepara para cruzar un umbral entre uno y otro mundo, otro bouncer me pidió que sacara todo lo que llevaba en los bolsillos, lo hice, le puso un sticker color verde fosforescente a cada una de las cámaras de mi celular y pasé a pagar los treinta euros de cover. Me pusieron un brazalete y, quien me lo puso, pronunció la palabra liebe (que significa "amor" en alemán) cuando hizo un gesto como de sello o martillo con su puño sobre mi muñeca derecha.

No eran ni las once de la mañana y yo ya estaba en la parte de atrás del dancefloor del Berghain. Debo confesar que cuando ya estaba ahí, "reconociendo la cancha", se me salieron las lágrimas. ¿Por qué? Supongo que porque sentí que todo lo que había vivido hasta ese momento había valido la pena, porque estaba confirmado que era parte de algo más grande que yo. De algo que es parte de mi identidad. De una cultura de la que estoy parte. Lo demás, fueron diez hora de entregarse a la música (en este caso de Beatrice, Maemm y Chami, a quienes no había escuchado), de dejarse poseer por el sonido aerodinámico y habitar la pista de baile como quien habita un mundo ideal donde las únicas políticas son amar a tu prójimo como a ti mismo (o, no hacerle a tu próximo lo que no quisieras o no sabés si quisieras que te hicieran a vos) y ser/ofrecer códigos, referencias, por no decir dar el ejemplo, desde tu lugar en el espacio de la pista de baile (en el que verás pasar frente a ti una muestra de la diversidad del mundo, de vidas, de historias), de que hay que hacerse responsable de la realidad propia y de la gestión de instintos, pensamientos, traumas, emociones y demás. 

Alrededor de las ocho de la noche, mi personal main event, la presentación de Ivan Smagghe en el Panorama Bar, fue toda una revancha tras un frustrado intento de bailarlo en el showcase de My Favorite Robot en la última edición del BPM Festival en Playa del Carmen en 2017. La vida te quita y la vida te da. A mí me dio cuatro horas de danza rota en clave de electro techno en medio de una masa movediza de cuerpos sudorosos imposible de contener. Era un desborde corporal: los cuerpos chocaban y esos choques -esos shocks- eran llamados a cuestionarse y percibir las auténticas razones y sentidos para estar ahí. Yo fui a bailar mi revancha y lo logré. En cuanto Ivan finalizó, fui a descansar antes de cerrar mi jornada, de vuelta al Berghain para unas cuantas horas de las siete que tocó DJ Nobu y a caminar de vuelta al hostel.

¿Qué pasa adentro del Berghain/Panorama Bar? Lo mismo que pasa en cualquier otro lugar: el tiempo pasa. La cuestión es que el tiempo, el espacio-tiempo, el cronotopo, que se vive adentro de este club es un tiempo dedicado a la música y al sonido sí, pero también al autoconocimiento vía el deseo, el placer, la compensación inmediata, el hedonismo que se genera al encontrarse y reconocer, ya sea en las gradas o en los baños, la diferencia de la diversidad de seres que habitamos el mundo y que, a la luz o la sombra de la pista de baile, la verdad de la conmoción corporal no deja espacio para dudas: hay que aprender a fluir como el agua de un río que, aunque aparentemente estático en su cauce constante (o en el mismo lugar de la pista en el que estás bailando), en realidad el agua que fluye y lo constituye es diferente a cada instante (acaso como cada interacción con la otredad en la pista que te agrega conocimiento del mundo pero que también te deja una sensación de que, en el fondo, no somos tan distintos).

Pienso en la luz que entra por las ventanas del BH/PB del amanecer transformándolos en vitrales multicolor que se proyectan sobre los dark rooms. La evidencia del paso del tiempo es el cambio. Cada partícula de tiempo que pasa ya no somos lxs mismxs. Unos le llaman decadencia, otros le llaman salvación. ¿Y si la decadencia del ego es la salvación del alma?

lunes, 8 de septiembre de 2025

Tracks: Arnaud Rebotini & Acid Washed - Gen Mix (Skylax Records)

Artwork: H5 Paris

Los productores franceses Arnaud Rebotini y Andrew Claristidge ¿o David Ducaruge?, mejor conocido como Acid Washed, publicaron el primero de cuatro EP's de una serie titulada R.A.V.E. que lanzarán, vía Skylax Records, de septiembre a enero.

Presentado como un tributo a las raíces y al futuro de la cultura rave y teniendo el álbum Musical Component de Rebotini como referencia, el EP nombrado Redshifts to Blueshifts, está compuesto por cuatro tracks originales que buscan capturar y transmitir la energía producida en vivo al jammear con los sintetizadores de los que el ex Black Strobe siempre está armado.

Acid Washed y Arnaud Rebotini en Bohnengold,
Berlín, agosto 2025. Foto propia.

Por una de esas gratas coincidencias y sorpresas de la vida, yo estaba en Berlín cuando Arnaud anunció en su Instagram que estaría dos noches en la capital alemana. Me lo había perdido en São Paulo a semanas de irme de Brasil, por lo que la primera de ellas, en el Bohnengold, un venue con varias salas: bar, juegos, pista de baile... era imperdible para mí y más, porque terminó siendo la unofficial release party de este nuevo material. La cuestión es que llegué muy temprano: ¡a las ocho! Y los autores del EP del que estamos hablando, solo iniciaban su jornada después de las diez, así que decidí salir a fumarme un cigarro en una de esas bancas que hay en cualquier lugar de Berlín y estando ahí, escuchando música en el celular, decidí ir comprar una cerveza a uno de los Späti cercanos. Cuando regresé, una chica estaba sentada en la banca. Vi si había otra banca cerca y, como no, le pregunté si podía sentarme. Terminamos platicando, resulto ser de Georgia y nuestra plática me hizo pensar en lo diferente que son las vidas que se encuentran en las pistas, que las pistas son como una muestra de la diversidad del mundo, o son el mundo a escala y la disco ball es como la luna, por eso es tan poderoso reunirse con la música como motivo.

Ya adentro del bar y después de varias Radler, el sonido disco que distingue al ciclo Welcome The Discothèque, dirigido por Acid Washed en este frecuentado venue de Kreuzberg, comenzó a escucharse por el sistema de sonido a diferentes niveles de volumen en los distintos ambientes del lugar. Personalmente era lo que estaba esperando así que bajé a la pista donde Claristidge ¿o Ducaruge? estaba iniciando la que sería una velada oscura y sudorosa con tracks como Den Haan - Release the beast que antecedieron a varias horas ininterrumpidas de un Arnaud Rebotini que llegó -en modo DJ set y en vísperas de su presentación en el Sisyphos- con altos voltajes de lo que yo llamaría 'disco-techno a la electroclash'.

Regresando al EP, nuestro track favorito es el de cierre: Gen Mix, un track intenso, dramático y ácido, que por momentos me lleva a From the crypt to the astrofloor de Laurent Garnier para el Speicher 95 de Kompakt Records. Un track techno que bien podría ser interpretado por una orquesta o ser la banda sonora de una película en la que el personaje está siguiendo a la música sin saber a donde lo está llevando pero con la esperanza (y el miedo) de que sea a un lugar del que ya no haya que escapar. Escuchalo aquí:

domingo, 7 de septiembre de 2025

Cuando se acabe el mundo, la música seguirá sonando: Titanic presentó su nuevo álbum Hagen en la Kantine am Berghain

Titanic en la Kantine am Berghain, Berlín, septiembre 2025. Foto propia.

La banda liderada por el dúo compuesto por la violonchelista y cantante Mabe Fratti y el guitarrista y compositor Héctor "I La Católica" Tosta presentó su segundo álbum titulado Hagen, que salió el viernes, distribuido por la disquera Unheard of Hope, en la Kantine am Berghain de la capital alemana.

Detalles del outdoor area. Kantine am Berghain, Berlín, septiembre 2025.
Fotos propias.

En un día martes que comenzó lluvioso y terminó propicio para una caminata de casi una hora desde el hotel, en Neuköll, hacia el venue, entre los distritos de Kreuzberg y Friedrichshain, justo al lado del legendario templo de la música electrónica (al que ya nos referiremos en otro post porque el otro día entramos y sí, todo lo que se dice es cierto), fue anunciado por la productora Digital en Berlin y la Powerline Agency que las puertas abrirían a las 19:00 y el show arrancaría a las 20:00 con Jungstötter.

Aprovechando que llegué relativamente temprano, el lento paso de las nubes que, poco a poco, fueron ocupando el cielo despejado como expectadoras de lo que acontecía abajo, la mezcla de vegetación, concreto, metal y madera del paisaje y la selección de música chill out del bar afuera de la Kantine (sonaron esenciales como Jose Padilla - Sabor de verano), no fui el único en tomarse una cerveza de esas de medio litro típicas en Alemania y en descubrir que el espacio que hoy ocupa la Kantine, era el restaurante de una antigua planta de calefacción. Esperé a que se ocultara el sol e ingresé a la sala de conciertos de estilo cabaret industrial que, con una programación propia  y alternativa al club de al lado, abre sus puertas prácticamente todos los días a propuestas musicales independientes e innovadoras.

Kantine am Berghain. Berlín, septiembre 2025. Foto propia.

Con una capacidad para doscientos asistentes, la sala rectangular está conformada por el escenario, que esta noche luce un telón corinto de fondo, y sobre la tarima se ve una batería, varios micrófonos y monitores para los músicos, que serían bañados en luces rojas y amarillas toda la noche, y un sistema de sonido aéreo y de base. Al lado izquierdo de la entrada, una fila de bancos trípode esperando a los primeros en llegar; al lado derecho, una barra de bebidas con varias velas encendidas, que daban cierto aire de intimidad y atrás, la cabina del ingeniero de la sala con un retrato de la forma original de la planta donde hoy se encuentra el Berghain/Panorama Bar de fondo. Antecedido por una playlist que incluyó canciones como Godspeed You! Black Emperor - Babys in a thundercloud, alrededor de las 20:15 se apagaron las luces blancas que rodeaban la disco ball del techo de la sala para que el abridor, Fabian Altstötter, mejor conocido como Jungstötter, acompañado de un baterista, se subieran al escenario.

Jungstötter en la Kantine am Berghain. Berlín, septiembre 2025.
Foto propia.

Con las manos a veces en un piano y a veces en un bajo, una armónica alrededor del cuello, una voz grave, profunda, por momentos como el denso susurro nocturno de un utópico one man band, los trucos percusivos del batería y algunos sonidos extra desde una computadora, el austriaco interpretó algunas canciones de sus discos Love Is (2019) y One Star (2023) y se permitió probar alguna pieza en la que está trabajando. Más o menos media hora después, alrededor de las 20:45, agradeció la presencia de los asistentes y se bajó de la tarima junto al baterista para proceder a un intermedio que funcionó para el cambio de instrumentos y demás preparativos para lo que venía.

Alrededor de las 21:15, Friso Van Wijck se posicionó en la batería y Nat Philipps colocó al setlist al pie del saxofón para acompañar a la guatemalteca y el venezolano en la segunda fecha del tour de verano europeo de Titanic. La omnipresente atención de Fratti a las cuestiones técnicas me hizo recordar a los tiempos de SMA o FRAAEK en Guatemala donde se hacía lo que se podía con lo que se tenía pero, aunque parecida, su presencia no es la misma de las últimas veces que la vi hace casi diez años. La Mabe de hoy se ha convertido a sí misma en una referencia a la hora de hablar de romper los cánones tradicionales en la música contemporánea a punta de experimentar con su cello y con su voz. Con cuatro álbumes como solista bajo el arco: Pies sobre la tierra (2019), Será que ahora podremos entendernos (2021), Se ve desde aquí (2022) y Sentir que no sabes (2024); otro en colaboración con la fundadora de Malaria!, Gudrun Gut (Let's talk about the weather, 2021), otro con el colectivo Amor Muere (Un tiempo para amar, un tiempo para morir, 2023) y dos más con Titanic (Vidrio, 2023 y ahora Hagen, 2025), hoy por hoy continúa la construcción de un cuerpo de obra con el que ya es inmortal ("cuando deje de correr sé que no me van a perseguir", dice la letra de Te tragaste el chicle; "ya fui todo lo que quiero", dice Pájaro de fuego, ambas parte del nuevo material) aunque no por eso da señales de que vaya a parar, todo lo contrario, este año ha publicado colaboraciones con Lucrecia Dalt y Blood Orange y sigue girando en varios de los escenarios más especializados del mundo, como la Biennale Musica de Venezia dirigida por Caterina Barbieri, donde se estará presentando a doble turno en octubre.

Portada de Hagen. Artwork: Alejandro Beltrán.

El repertorio de Titanic, que para esta ocasión se alinea de izquierda a derecha con Van Wijck en la batería, Tosta en la guitarra, Philipps en el saxofón y Fratti en el cello y la voz, va un tema tras otro casi sin esperar por los aplausos. Alterna entre canciones de sus dos álbumes y sustituye los teclados de las versiones de estudio por el saxofón para recrear otras versiones en vivo con un toque de improvisación que emana una atmósfera de orden en el caos. Realmente cada una de las canciones tanto en su composición lírica y músical como en su interpretación en directo es una aventura diferente. El personaje de esta epopeya es la música misma, que siempre encuentra su camino para sonar y salvarnos. La utopía entonces del periodismo musical es transcribir una experiencia multisensorial en un texto que represente lo que se sintió estar de cuerpo presente ante un acto musical tan travieso e impredecible como este. Por eso, me conformaré con mencionar tres momentos. El primero, el inicio con Anónima que permitió que el cello y la voz de Mabe nos introdujera a la declaración de intenciones de la banda: hacer que el público entrara en un intenso estado de suspenso, incertidumbre y sorpresa. El segundo, la balada existencial Alzando el trofeo que le canta a la proporcionalidad entre decepción y expectativa: "Como imaginar que alzando el trofeo caería en arenas movedizas", dice el coro. Y el tercero, La trampa sale, acaso mi canción favorita del disco y una difícil decisión a la hora de escoger entre la versión original de estudio con pianos y sintetizadores que me hace bailar o la versión en vivo improvisada con guitarra y saxofón que me hizo gritar, especialmente desde el 02:47.

La traducción de la palabra inglesa "play" al español es "jugar". Así que podríamos decir que Titanic aprovechó el telón de fondo del escenario de la Kantine am Berghain para "jugar" un drama sonoro en clave de tensión y liberación al interpretar Libra, Hotel Elizabeth, Lágrima del sol, Gotera, Escarbo dimensiones, La dueña, Gallina degollada, Te evité, entre otras, para completar una hora de show. No sin antes presentar y dar lugar a un solo instrumental de cada uno de los demás integrantes, la artista guatemalteca basada en México agradeció la presencia de las casi cien personas ahí reunidas y la banda correspondió con un encore despidiéndose finalmente alrededor de las 22:15.  

Mabe Fratti y Héctor Tosta en la Kantine am Berghain, Berlín, septiembre 2025. Fotos propias.

Masterizado por Rafael Anton Irisarri, compuesto por diez canciones y de 33 minutos de duración, Hagen es un disco que transita entre géneros musicales con particularidad sónica, cada tema distorsiona una estructura fractálica creando microcomposiciones dentro de una misma pieza: por eso es jazz, es pop, es rock, es clásica, es experimental y no es nada en específico, es una vanguardista manera de concebir la música y el arte: el atravesamiento, procesamiento, reapropiación y montaje de influencias hasta desarrollar un lenguaje estético propio. Musicalmente abstracto pero narrativamente concreto, las letras de Hagen, mediante la voz de Fratti, dialogan con su audiencia uno a uno, como un experimentado amigo que cayó y regresó del infierno, aprendió a hacerse responsable de su mundo, su realidad y su porvenir y ahora es un como un refugio. En vivo Titanic es una banda que no requiere mucha parafernalia: la magia sucede de frente sin más trucos que la divinidad manifestándose por medio de la música que nace cuando los cuerpos sonoros de humanos virtuosos y los sedimentos acústicos de instrumentos con una ancestralidad material se encuentran.

Cuando termino de escribir esto, Titanic ya se ha presentado además en Jena, Praga y Dudingen como parte de una gira que continuará en Europa con Hagen como protagonista hasta finales de octubre. Sirva el presente texto como un registro de una noche en la que la música hizo confluir muchas identidades y temporalidades cambiantes y como un recordatorio de que cuando el mundo se acabe, la música seguirá sonando.

Cartel del Titanic Tour 2025 por Europa.
Fuente: Instagram de la banda.

lunes, 30 de junio de 2025

Tracks: GusGus - Rivals (DJ Hell Mix) - Edit


"You know there will be rivals, along with new arrivals", dice la canción "Rivals" incluída en el último álbum titulado "DanceOrama" del conjunto islándico de powerhouse GusGus. Acaso un par de versos que funcionan como augurio. Y no solo porque una vendedora informal de billetes de metro me engañó apenas llegando a Milán.

Es que el 20 de junio, llegué a la capital de la región de Lombardía, en el norte de Italia, para tener un premio de consolación ante la cancelación de la fecha de Brutalismus 3000 por supuestos problemas logísticos y financieros: Se trataba nada más y nada menos que de la leyenda alemana Helmut Geier, mejor conocido como DJ Hell que se presentaría en el Vacuum Club pero que al final no lo hizo porque le robaron su bolsa con todas sus cosas. Más temprano, ese día, se había publicado el Edit que realizó al remix de "Rivals", que había lanzado casi un año antes, vía Kompakt Records como parte de su celebración de 500 releases.


Cuatro minutos más corto (el remix dura más de ocho minutos), levemente más rápido, con los bajos más pesados, los hi-hats propios del Detroit techno, los teclados más sostenidos y siempre con los sintetizadores de Biggie Veira y la voz de Daníel Ágúst Haraldsson compartiendo protagonismo, GusGus - Rivals (DJ Hell Mix) - Edit está al aire justo a tiempo para un verano que, como la desigualdad social, todavía no se acaba. Escuchalo aquí:

domingo, 27 de abril de 2025

25 años del álbum que el fuego no se llevó: "Tanto tempo" de Bebel Gilberto

Dicen que donde hubo fuego cenizas quedan. Pero también dicen que el viento se las lleva. El caso del álbum debut de Bebel Gilberto no es ese.

En el año 2000, cuando el mundo aún digería los últimos ecos del trip-hop y la electrónica downtempo se fusionaba con el pop global, Bebel Gilberto irrumpió con "Tanto Tempo", un disco que redefinió la Bossa Nova para el nuevo milenio. Hija del inventor del género, João Gilberto, y de la cantante Miúcha y sobrina del legendario Chico Buarque, Bebel heredó un linaje musical ineludible, pero en vez de cargarlo como una cruz, lo transformó en una plataforma de reinvención.

Producido por el músico serbio Mitar Subotić, mejor conocido como Suba (y entre lxs amigxs cercanos al blog por su álbum "São Paulo Confessions") "Tanto Tempo" es un ejercicio de sutileza y elegancia. La producción es minimalista, casi etérea, combinando las texturas electrónicas suaves con los elementos acústicos tradicionales de la Bossa Nova. El resultado es una especie de “bossa chillout” que suena tanto en cafés bohemios de São Paulo como en lounges neoyorquinos.

El 2 de noviembre de 1999, Subotić (también conocido como Rex Ilusivii -El Rey de las Ilusiones en latín-), se encontraba trabajando en la posproducción del disco cuando su estudio se incendió. Mitar murió por inhalación de humo al rescatar la grabación del álbum que finalmente fue publicado el 25 de abril de 2000 por Ziriguiboom, sublabel de la compañía Crammed Discs y se convertiría en el disco brasileño más vendido afuera de Brasil y que sería incluído en el libro "1001 álbumes que debes escuchar antes de morir".

41 minutos de duración que se van como agua entre los dedos con las 11 canciones que componen el disco en que se abrazan estilos clásicos (como la Bossa Nova que inventó su padre) y tecnología moderna (samples y collages sonoros ingeniosamente dispuestos por Suba) y donde la voz de Bebel funciona más como un instrumento que como un vehículo lírico con un estilo interpretativo introspectivo y distante pero íntimo, "Tanto tempo" abre (y no por casualidad) con un cover de "Samba da Benção", original de Vinicius de Moraes que contiene la que quizás sea una de las claves para componer samba pero también, porqué no decirlo, crear Arte, sí, con mayúscula en general: "pra fazer um samba com beleza é preciso um bocado de tristeza".

Otras dos de nuestras favoritas, que bien podrían ser una muestra representativa del álbum son "Alguem" y "Lonely", ambas, mezclas electrónicas de Chill out y Jazz en que las letras en portugués e inglés, expresadas con la dulce voz de Bebel, se complementan. "Tanto Tempo" no solo catapultó a Bebel Gilberto al estrellato internacional, sino que también abrió una nueva vía para la música brasileña en el exterior, alejándola del exotismo folclórico y acercándola a la sofisticación del downtempo global. A más de dos décadas de su lanzamiento, el álbum sigue sonando fresco, elegante y atemporal.

Un disco esencial para quienes buscan perderse entre ritmos suaves, melodías nostálgicas y el eterno vaivén entre lo tradicional y lo moderno. Sumate a esta celebración de la vida después de la muerte escuchándolo completo aquí: